Tal como ocurrió el 19 de octubre del año pasado, Leonel Pernía cantó victoria en el autódromo de Río Gallegos. Antes fue con un Renault Mégane RS y ayer lo hizo a bordo del Fiat Línea del FP Porfiri que, un día antes, lo tuvo en la cúspide de los entrenamientos y la clasificación de Clase 3 en el marco de la tercera cita del Turismo Nacional.
Ganando la primera serie pero partiendo del segundo cajón ya que la batería más veloz quedó en poder de Guillermo D’Aguanno (Alfa Romeo 147), el Tanito de Tandil pasó al frente rápidamente y mantuvo la punta mientras Emanuel Moriatis (Ford Focus) se colocaba tercero en gran batalla con el campeón Matías Rossi (Citroën C4) y Matías Muñoz Marchesi (Chevrolet Cruze). Sin embargo, una estela de humo en el Línea de Pernía aportó emociones dado que un reten de bancada comenzó a perder aceite a una vuelta del banderazo.
A pesar de dicho inconveniente, el Tanito cruzó la línea de sentencia como ganador, aventajando a Moriatis por apenas cuatro centésimas y por veinte a D’Aguanno.
También se destacaron los hermanos Riva, siendo proveedores de motores de los tres pilotos. Mientras, Guillermo Ortelli recuperó la cima del torneo llegando sexto.
Morini aguantó como un tanque
Aprovechando el toque que Nicolás Maranzana propinó al local Ariel Michieletto, el santafesino Mariano Morini (Renault Clio) saltó al primer lugar y se marchó a la victoria en la Clase 2 de TN.
Pero antes, el Tanque debió soportar los ataques de Gabriel Fernández (Clio) y el propio Michieletto (Clio), quienes lo acompañaron en el podio. Ahora, el torneo lo lidera Fernández (78 puntos), mientras que Adrián Percaz y Morini son escoltas con 59.
Santero, con las manos vacías en un fin de semana difícil
Su arranque fue auspicioso ya que saltó del duodécimo cajón que ocupaba en la grilla del tercer parcial a la séptima plaza a raíz de un múltiple toque, en el que se involucraron Ever Franetovich, Mariano Pernía y Luciano Ventricelli. En la refriega también perdieron Esteban Tuero y Damián Romero.
Ubicado en mitad del pelotón, Julián Santero subió otro lugar ante el ingreso a boxes de Adrián Oubiña. Así, el mendocino marchó cómodo hasta que Ventricelli, Pernía y Franetovich lo superaron a falta de una vuelta, terminando en la novena posición.
“No tenía para grandes pretensiones con los kilos de lastre cargados después de romperse el motor en los ensayos”, manifestó el volante de 21 años.
Ya en la carrera decisiva, partiendo 27°, el usuario de la marca gala trató de avanzar lo más posible para quedar en zona de puntos. Sin chances de pelear adelante desde el primer día, el ex campeón de Fórmula Renault aprovechó retrasos y deserciones para trepar. “Hacía falta mucha velocidad en gran parte de la vuelta y con el motor de repuesto no alcanzaba el ritmo de otros autos, por lo que me concentré en terminar la carrera”, comentó Julián.
Fue así como arribó en el 23° lugar y se quedó sin sumar puntos, algo que también sucedió en la batería. Así, Santero volvió con las manos vacías y ya debe estar pensando en una revancha rápida en Toay tras un fin de semana cruzado. / D. Espósito