Permafrost: en el ambiente periglaciar de los Andes, otra vuelta de tuerca

Permafrost: en el ambiente periglaciar de los Andes, otra vuelta de tuerca
Permafrost: en el ambiente periglaciar de los Andes, otra vuelta de tuerca

Entendemos por ambiente periglacial a un ambiente frío, que forma parte de la criósfera o de la criolitósfera, un escenario generalmente de temperaturas bajo 0°C que se alcanzan normalmente en la naturaleza yendo a los polos, o subiendo en altura las montañas.

A partir de la Terminológica de la Geocriología Sudamericana (2014), la definición técnica en castellano ha quedado como sigue: Es un ambiente natural, también llamado criogénico pero que no es glaciario. Está por arriba del límite superior del bosque si éste existe, como en los Andes Patagónicos o en la Comarca Andina. 

Indicadores 

El límite físico con el ambiente en donde se hallan los glaciares y los cuerpos de hielo, puede ser difuso, pero el límite con el ambiente que no es periglacial está claramente marcado por los siguientes indicadores importantes:

1) Ocurrencia de permafrost, o suelo congelado permanente en profundidad, y posible presencia de hielo subterráneo entrampado y preservado bajo condiciones naturales por largo tiempo, constituyendo así el elemento decisivo del ambiente criogénico.

2) Dominio del proceso de congelamiento, con ciclos de congelamiento y descongelamiento que afectan a las rocas y a la parte superior del suelo.

3) Presencia de procesos criogénicos que conducen a la denominada "geomorfología periglacial", es decir a un tipo de paisaje que, por ejemplo, originan la formación de "suelos estructurados" (suelos que siguen patrones morfológicos casi simétricos), en pequeña escala, o de los "glaciares de escombros" en una escala mayor.

El ambiente periglacial con permafrost necesita no solo de estimaciones sino de evidencias, y en este sentido la confirmación la da la presencia de hielo subterráneo. Es un ambiente de montaña en continuo cambio, también en el pasado, ya que incluso, cuando los glaciares van desapareciendo este puede extenderse, ocupar sus lugares y atrapar partes de sus hielos subterráneamente.

¿Qué es el permafrost?

De acuerdo a una convención entre sociedades científicas internacionales, permafrost es el suelo o roca, que incluye hielo y materia orgánica que permanece a una temperatura de 0°C o menos, por lo menos dos a tres años consecutivos.

Puede estar estático o en movimiento. Definido por su estado térmico, permafrost es un suelo perennemente criótico, esto es, que puede ocurrir que no se encuentre necesariamente todo congelado, ya que el punto de congelamiento del agua contenida puede no ser siempre el mismo y que el suelo investigado pueda presentar un contenido mínimo de agua. Este estado térmico no debe ser considerado permanente ya que los cambios climáticos, la variabilidad climática, o los cambios inducidos por el hombre pueden causar su degradación o desaparición.

Permafrost es un concepto antiguo ya que fue descripto inicialmente por el sabio balto-alemán Karl Ernst von Baer en un manuscrito especial que data de mediados del siglo XIX. El ambiente de permafrost fue usado por escritores de ciencia ficción cuando estaban atrapados por el magnetismo de los polos y por las expediciones a lo desconocido aunque era para diversión de sus lectores.

Tal es el caso de Julio Verne en el País de La Pieles o La Esfinge de los Hielos; por H. P. Lovecraft en Las Montañas de la Locura o por Úrsula Le Guin en Left Hand of Darkness que ya va más lejos en esta temática, hacia un ambiente de permafrost extraterrestre donde sus habitantes se encuentran mutados para poder convivir con su frío.

Hielos periglaciales a detectar

Si bien el ambiente periglacial puede mostrar estructuras de hielo sobre el suelo, denominadas hielo acicular (de forma de aguja), el hielo anciano está escondido debajo de la superficie.

La génesis de este hielo en el suelo periglacial es variada. Un hielo típico del ambiente periglacial es el hielo masivo heredado de los glaciares, pero desconectado de ellos, que por procesos de soterramiento queda cubierto por sedimentos, producto de la ruptura de las rocas por el frío, o también por till, es decir sedimentos no consolidados y heterogéneos, retrabajados por agua de derretimiento, que provienen de la actividad de un glaciar.

Estos últimos forman estructuras denominadas morenas, que pueden contener el hielo glaciario por un largo tiempo. En otros casos, generalmente valle abajo, este hielo perdura en geoformas típicas del ambiente periglacial andino: los glaciares de escombros.

Por otro lado, otro hielo originado en el ambiente periglacial, se encuentra en los poros de las estructuras sedimentarias mencionadas, o forma lentes por complejos procesos criogénicos. Todos estos hielos pueden ser transparentes, opacos u oscuros.

Incertidumbres del ambiente periglaclal

Cierta incertidumbre, sin embargo, se sembró cuando en el XI Congreso Geológico Internacional (1910), el científico Walery von Lozinski utilizó la palabra periglacial para describir el clima y los procesos geomórficos de las áreas periféricas a los hielos del Pleistoceno, es decir los que se originaron dentro de un período de tiempo de 2,6 millones de años.

Posteriormente, y por los trabajos realizados con antelación, el tema fue retrabajado por la escuela rusa de geociencias. Así es que el ambiente periglacial involucró, no solo las zonas cercanas al hielo descubierto, a los ambientes con paleoglaciares que se adentraron desde Escandinavia, o las lenguas de hielo que salieron de las montañas como los Alpes, sino a aquellas tierras lejanas de ellos, o que nunca los tuvieron.

Estos paisajes debían presentar, no obstante, temperaturas bajo cero y procesos de congelamiento permanente en el suelo. Los científicos rusos utilizaron la denominación vechnaya merzlota para los suelos permanentemente congelados que encontraron y que pueden tener hielo subterráneo.

Este componente del ambiente periglacial fue llamado en Occidente "permafrost" y ésta es la concepción que se maneja hoy en día. Permafrost actual.Hoy el permafrost ya está bien involucrado con la vida de los seres humanos en general, no sólo con aquellos pueblos que viven vinculados directamente con él como los Inuits, pueblos paleoasiáticos o uralo-altaicos. El permafrost, por ejemplo, estuvo relacionado con la momia del Aconcagua, lo está con el ambiente de Marte, denominado permafrost extraterrestre y también con relictos de bacterias, virus y microorganismos que renacen después de una especie de hibernación por el aumento de las temperaturas del aire y del suelo que se están viviendo en Siberia.

Los modelos probabilísticos crean hoy una realidad simplificada y virtual que también se aplica al permafrost. Se necesita saber dónde se encuentra, ya que no es fácil de identificar a simple vista. También lo que puede pasar con él con la problemática de la variabilidad climática, porque en su estructura contiene gases como el dióxido de carbono y el metano que se están incorporando a nuestra atmósfera. Los modelos se hacen aislando los procesos naturales de los producidos por el hombre.

Para ello, los modelos necesitan de datos reales y ahí surge el problema de su escasez en la montaña al momento de su recolección. Para disminuir las incertidumbres que salen de los modelos probabilísticos se usan técnicas de ensambles con diferentes escenarios de temperatura y considerando procesos sub-escalares que quedan fuera de algunas simulaciones.

¿Cómo se manifiesta el permafrost mendocino?

La mejor expresión del permafrost en el paisaje de la cordillera de los Andes de Cuyo es a través de los denominados glaciares rocosos, glaciares de escombros o litoglaciares. Estas son geoformas compuestas de rocas y sedimentos principalmente, saturados en hielo, que si están activas se desplazan pendiente abajo por gravedad y por reptación y deformación del permafrost. No son glaciares aunque heredaron su nombre.

¿Dónde se investiga?

La idea de investigar permafrost como componente clave para comprender la hidrología del ambiente periglacial, su participación con los recursos hídricos de los Andes de Mendoza y San Juan, las reservas de agua sólida en la cordillera, o como indicador paleoclimático, condujo a uno de los ideólogos, el doctor Arturo Corte, a fundar, con otros investigadores, un instituto de investigación del Conicet: el Ianigla, que al principio fundamentalmente trabajaba con Ciencias de la Criósfera.

En esta última institución, desde su inicio, se creó la unidad de investigación de Geocriología, que es donde se investiga el permafrost andino y el paleopermafrost. Uno de los temas más importantes desde sus inicios fueron los glaciares de escombros, que ya habían sido descriptos como litoglaciares por el geólogo Catalano a principios del siglo XX en la Puna, entre las primeras citas en el mundo.

Corte convocó a un grupo de trabajo, entre ellos a Enrique Buk para estudiarlos tempranamente en los '70 como recurso hídrico. Posteriormente, en los '80 a Ana Lía Ahumada, para analizar sus aspectos aplicados y a José "Pepe" Hernández (investigador mendocino ya fallecido) para colaborar con la logística por su experiencia en los Andes mendocinos.

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