A fines de la década de 1990, hubo un tiempo en que estos dos profesionales fueron protagonistas en la pantalla chica de la provincia. Fueron rostros jóvenes que renovaron la generación de conductores de noticieros y magazines en Canal 7.
Pero las ambiciones de seguir profundizando sus experiencias en los medios los llevaron a apostar fuera de la provincia, a probar suerte en el extranjero y por primera vez en muchos años Guadalupe Gómez y Ricardo García Santander han coincidido en tiempo y espacio para reencontrarse otra vez en su territorio natal.
En esta vuelta, que fue de cada uno por su lado, no han venido a hacer otra cosa que trabajar.
Ricardo vino a dictar el viernes pasado un taller intensivo en la Facultad de Periodismo donde egresó: la Universidad Maza, que llevó el título "¿Cómo crear y vender un programa de televisión sin rendirse en el intento?"
Guadalupe Gómez ha tenido la suerte de que su primera intervención como presentadora de las charlas para las conferencias del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo, se situara en su provincia; lo que le permitió volver a reencontrarse con su familia y sus amigos.
Guadalupe Gómez: "Volver a esta tierra es como un regalo de Dios"
La conductora, periodista y productora comenzó a los 18 años a insertarse en los medios locales y se ha destacado por ser una comunicadora imparable: trabajó doce años para el Grupo América, entre Mendoza y Buenos Aires; condujo por un tiempo prolongado un programa en la televisión de Guatemala y después del nacimiento del primero de sus dos hijos, prefirió alejarse de las pantallas como conductora, aunque esto no impidió que continuara apoyando a dos organismos de índole humanitaria.
Hace dos años que vive en Miami, junto a su marido y sus dos niños (Manuel y Felipe, de 5 y 3 años) y no ha parado de colaborar con Conin; en su momento en Guatemala y ahora en Estados Unidos. Además apoya, como profesional, en la Cmax Foundation del bonaerense Nicolás García Mayor.
En sus escasos minutos liberados de su agenda del fin de semana pasado, nos contestó algunas preguntas.
Ricardo García llegó a Mendoza para dictar, el viernes pasado, un taller sobre cómo crear y vender un programa de TV en el contexto actual.
- ¿Qué te trae de vuelta a Mendoza?
- Estoy trabajando ahora como presentadora de las conferencias del BID por esas cosas que hace Dios, porque son esos trabajos con los que puedo compatibilizar junto con mis prioridades que son la maternidad y mi familia.
- ¿Qué le podrías aconsejar a los que actualmente están estudiando la carrera de periodismo?
- El mensaje es que no se pongan ni límites ni fronteras que hoy ya no existen. En mi época, uno a lo mejor se tenía que ir. Pero sí o sí había que moverse, pero ahora, con la tecnología, con estas plataformas digitales, puedo vivir en Tunuyán y estar trabajando para Corea. Hay que interiorizarse con las novedades porque ahora hay múltiples maneras de expandir tu profesión, no sólo como periodista, sino como locutor, como cronista, como conductor, como productor, como creativo. No importa dónde estés. Hay que ir para adelante. Hay que capacitarse. Estoy convencida además de que la tecnología es una aliada poderosa, imprescindible, para nuestra profesión.
- ¿Qué proyectos estás desarrollando ahora?
- Estoy con uno que tiene como objetivo educar, abrir opiniones, con la idea de incorporar a papás, a docentes, a jóvenes; centralizado en un tema que a mí me resulta prioritario en estos tiempos: la paz. Pienso que ahora los desafíos para la educación son otros y debemos preparar a nuestros niños para eso. Y más allá de saber, de aprender, creo que es muy importante prepararnos para la paz y para la guerra. Es un proyecto llamado “Educando para la paz”. La idea es que tenga un formato audiovisual, no sé si podría ser un programa de TV todavía, pero quiero que sea un desarrollo independiente. Hay que fortalecer los vínculos desde la paz, porque en el mundo entero está la incertidumbre de que una bomba explote. Hay que resolver los conflictos en paz. Que la palabra vuelva a tener valor.
- ¿Cuáles fueron para vos las ventajas y desventajas de tu partida hacia el extranjero?
- Recuerdo que las desventajas sin duda fueron las ausencias de tus afectos. Fue muy difícil dejar a mis amores, a la familia, a los amigos. Hubo momentos duros, pero luego hay una etapa en que se superan esas melancolías y comienzan a tener más peso tus logros, tus necesidades, tus trabajos nuevos. Y por otro lado, las ventajas tienen que ver con esa voluntad de seguir educándose, de ser curiosos. Hay que aprender desde que se aterriza con el avión. Hay que aprender de qué se trata cada lugar que visitás, todo suma. Todo te va sirviendo.
Ricardo García Santander: "Si no te adaptás a las plataformas digitales, estás afuera"
Guadalupe Gómez vino para ejercer su tarea como conductora en las mesas de exposición del Banco Interamericano de Desarrollo.
- ¿Cómo estuvo tu taller intensivo?
- Después de veinte años de haber salido de la provincia de Mendoza, recibo la invitación de mi ex Facultad de Periodismo. Allí abordé el aspecto de cómo está la televisión en el mundo ahora. Y qué hacer cuando uno quiere presentar un nuevo proyecto. La universidad me dio toda la libertad para pautar los temas. Es una actualización del estado de la televisión, sobre todo a nivel latinoamericano y de cómo se miden las audiencias, un dato clave para diseñar cualquier proyecto.
- En tus primeros años en el exterior, ¿advertiste ventajas y desventajas en base a lo que habías aprendido aquí?
- En mi caso, que salté de la televisión mendocina a la televisión mexicana, con la cadena Televisa, la verdad es que tiene algo de ventaja haber aprendido producción detrás de cámaras, somos una especie de “todólogos”. Es sin duda una fortaleza cuando tenés que adaptarte a otros medios del exterior. A la forma de trabajar. El hecho de haber seguido trabajando ininterrumpidamente durante veinte años tuvo que ver con eso de aprender un poco de todo y aplicarlo en el trabajo diario.
- ¿Qué sucede con la forma de hablar regional si uno encara un trabajo afuera?
- Para un mendocino es conveniente aprender lo que se llama “español neutro”. Afuera se conoce más el acento porteño, por ejemplo. Si uno tiene el plan de trabajar en una cadena de televisión en español que se va a ver en todo el mundo, es otra fortaleza para vos aprender eso. Recuerdo que me fui en marzo, luego de presentar mi última Vendimia en el Frank Romero Day, y en abril, sólo tres semanas después, arranqué conduciendo un noticiero y me pidieron no comerme tanto las “eses”, que es típico de los presentadores del interior, o de Mendoza. Aprender un acento neutro realmente te puede servir mucho para abrir las puertas en los medios.
- ¿Cómo ha sido ahora la adaptación en el mercado digital de la comunicación?
- Si no estás incorporado, o adaptado a cualquiera de las plataformas digitales, estás fuera. Hay que saber manejar tu réplica digital sí o sí; si tus intenciones son las de trabajar en un medio de hoy. Por supuesto, entendiendo el mercado. Yo que vengo de la vieja escuela, tuve que adaptarme sí o sí. El público es ahora mucho más interactivo y directo. Es una ventaja competitiva muy fuerte. Hoy, los millennials, te devuelven si les gusta o no lo que hacés. No se bancan más de tres minutos de los contenidos que no les parecen interesantes. Creo que el reto es mucho más complicado. Es mucho más complicado pero a su vez mucho más retador tratar de llegar a estas nuevas generaciones.
Las redes siguen siendo un termómetro, siempre y cuando esté identificado el usuario de la red. Creo que es el juego que existe ahora. Hay que ver si estás dispuesto a aceptarlo o no. Todo dependería de vos, en todo caso. Si están bien usadas las redes, creo que son totalmente positivas.