Un camarógrafo herido en una violenta manifestación en Río de Janeiro fue declarado ayer con muerte cerebral, siendo la primera baja del periodismo en la cobertura de las protestas que prosiguen en Brasil a cuatro meses del Mundial de fútbol.
Los médicos de Santiago Ilídio Andrade, camarógrafo de 49 años de la red Bandeirantes, declararon la “muerte encefálica”, es decir, el cese completo e irreversible de la actividad cerebral.
Andrade cubría el jueves pasado una protesta contra el aumento del pasaje de colectivo, que comenzó pacífica pero degeneró en violentos enfrentamientos en la estación Central, la mayor estación de subterráneo y trenes de Río.
El periodista recibió un impacto de una bengala que le causó un hundimiento craneal. Otras cinco personas resultaron heridas en la protesta.
Activistas del movimiento anarquista Black Bloc de Río de Janeiro, que protagoniza generalmente la violencia en las manifestaciones, “lamentaron” la noticia en redes sociales. Aunque también expresaron: “Nunca hubo tanta investigación por un caso como el del cámara. Personas mueren a mano de los inmundos y no es noticia y los causantes no son cazados”, según el comunicado del grupo Black Bloc Río de Janeiro colocado en Facebook.
Una nueva manifestación contra el aumento del pasaje, que se hizo efectivo el sábado, se realizaba anoche en el centro de Río de Janeiro.
Se esperan manifestaciones hasta la Copa del Mundo.
Después de masivas protestas durante la Copa Confederaciones de la FIFA en junio en Brasil -que comenzaron contra el aumento del pasaje, pero se extendieron a la lucha contra la corrupción y por mejores servicios públicos-, bajó el número de manifestantes. Pero las protestas se han radicalizado, con choques con la policía y destrucción de bienes públicos y locales comerciales.
Las primeras protestas convocadas este año en todo el país contra el Mundial-2014 tuvieron poca respuesta, menos en San Pablo, donde una de ellas reunió a más de 2.500 manifestantes y terminó en violencia y destrucción.
Sin casco o chaleco
Fotos y videos difundidos por la prensa brasileña muestran el momento en que el camarógrafo fue alcanzado por un artefacto pirotécnico en medio de destellos y una humareda. En las fotos, el periodista aparece sin casco, máscara antigas o chaleco antibalas.
El sindicato de periodistas de Río reclamó que así como Andrade, muchos profesionales de la prensa “no están preparados para enfrentar un riesgo como ése”. “Los trabajadores de la prensa sufren hoy con la falta de equipos básicos para protección individual, como máscara antigas que debería ser provista por las empresas”, señala.
Según la Asociación brasileña de periodismo (Abraji), este año tres periodistas resultaron heridos en estas manifestaciones. En 2013, fueron 114 en todo el país, incluido un fotógrafo que recibió un bastonazo en la cabeza.