El crimen de una mujer de 62 años, asesinada ayer a puñaladas en su casa de Banfield, fue cometido en presencia de una hija del acusado, un periodista que padece una grave enfermedad y que está internado desde que intentó suicidarse tras el hecho.
Los pesquisas determinaron que además de la hija del sindicado agresor, una mujer de 30 años con retraso madurativo, el crimen fue presenciado por una vecina, que llegó a la casa alertada por los gritos.
"Tenemos testigos presenciales de la secuencia del ataque, eso nos permite saber cómo ocurrieron los hechos", explicó un jefe policial que interviene en la investigación.
El hecho ocurrió jueves, cerca de las 7, en una casa situada en Manuel Baliña al 1100, de Banfield, partido de Lomas de Zamora, donde Claudia Servigno (62) fue asesinada a puñaladas y por el hecho fue detenida su pareja, Antonio De Turris (67), un ex periodista del diario La Nación, quien padece un tumor cerebral e intentó matarse tras el ataque.
Por motivos que se investigan, se originó una discusión entre los integrantes de la pareja, en medio de la cual De Turris atacó con un cuchillo de cocina a su mujer, a quien mató de numerosas puñaladas.
La hija del periodista, quien vivía con la pareja y padece un retraso madurativo, acudió a pedir auxilio a una vecina que vive enfrente ni bien comenzó la discusión, por lo que la mujer la acompañó nuevamente a la casa para ver qué sucedía.
Ambas fueron testigos del momento en el que el acusado apuñaló a Servigno, quien cayó mortalmente herida en el garaje de la vivienda, donde su cuerpo fue hallado por efectivos del Centro de Prevención Comunitaria (CPC) Sur, que llegaron al lugar alertados por un llamado al 911.
Instantes después del hallazgo al recorrer las distintas dependencias de la casa, los efectivos encontraron en la planta alta a De Turris, herido de un corte en el cuello que presuntamente él mismo se hizo con intenciones de matarse. El periodista fue trasladado al Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, donde permanecía internado sin consecuencias por el corte en el cuello, aunque en condición delicada por su estado de salud precedente.
El hombre quedó aprehendido como el supuesto autor del femicidio, mientras que en la escena del crimen los peritos secuestraron un cuchillo de cocina que se cree fue el arma utilizada en el hecho. En tanto, los pesquisas determinaron mediante una serie de testimonios que la relación entre De Turris y la víctima se había vuelto mala en el último tiempo, cuando al hombre le diagnosticaron un tumor cerebral, lo que lo llevó a sufrir trastornos psiquiátricos.