La joven de 23 años que desde el martes pasado está detenida por ser sospechosa del asesinato de su beba recién nacida fue trasladada ayer a Contraventores, donde le realizarán pericias psiquiátricas.
Valentina Cano fue trasladada a una celda del Centro de Detención Transitorio (ubicado en Investigaciones), donde estará hasta que finalicen una serie de pericias psicológicas y psiquiátricas a las que será sometida a partir de hoy.
Una vez que los estudios finalicen se decidirá su suerte: si los peritos consideran que es imputable podría ser enviada a la cárcel. En cambio, de ser considerada inimputable (porque no tuvo conciencia de sus actos al momento del supuesto crimen) recuperará la libertad, indicaron los pesquisas a cargo del caso.
La joven fue imputada por homicidio agravado por el vínculo una pena que, de llegar a debate, podría acarrearle prisión perpetua. Hasta el momento no ha declarado su versión de los hechos.
Valentina, la acusada, llegó al hospital Lagomaggiore el pasado martes por la mañana. Con ella llevaba una beba recién nacida y de avanzado estado de gestación. La beba aún tenía el cordón umbilical y la placenta. Su estado de salud era terminal: tenía una herida punzo-cortante en el tórax y un sangrado en uno de sus oídos, por lo que, pese a que se intentó salvarla, falleció poco tiempo después.
En tanto, la sospechosa presentaba signos que evidenciaban que había sufrido un parto reciente, por lo que quedó internada. Desde ese momento tuvo una custodia policial en la puerta de su habitación, hasta que ayer por la mañana los médicos consideraron que su estado de salud era bueno y le dieron el alta.
El caso pasó a manos de la fiscal especial, Claudia Ríos, quien decidió su imputación, que hoy la mantiene detenida.
Crimen del médico: pocos avances
En tanto, ayer la fiscal prefirió no dar detalles de la investigación que se lleva adelante por la muerte del médico Sebastián Prado. "Se sigue trabajando y tomando declaraciones. Pero el caso está bajo secreto de sumario, por lo que no van a trascender detalles", explicó.
Prado fue asesinado hace una semana en su casa de calle López de Gomara de Ciudad.
El médico estaba junto con su mujer y sus dos hijos (quienes se hallaban a bordo de un auto estacionado) cuando apareció un sujeto que le disparó en distintas partes del cuerpo.
El traumatólogo del hospital Central falleció en menos de una hora en el hospital Lagomaggiore.
El caso ha sido caratulado como homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Aún no cuenta con sospechosos firmes y ofrecen 50 mil pesos de recompensa a cambio de datos.