Ángeles Rawson (16), la joven asesinada en Buenos Aires en junio pasado, sufrió un ataque sexual pero su agresor no llegó a violarla y murió asfixiada en pocos minutos.
A esta determinación llegó ayer la junta médica convocada por el juez Javier Ríos, quien quedó en condiciones de agravar la situación del portero Jorge Mangeri. Según trascendió, la mayoría de los expertos validó la hipótesis del ataque sexual en base a 55 muestras obtenidas tras la exhumación del cadáver.
Los estudios se hicieron sobre lesiones paragenitales y en los muslos de la víctima, pese a que el cuerpo estaba muy deteriorado, teniendo en cuenta su traslado en un camión compactador y su hallazgo en un basural.
Las fuentes hicieron saber que la mayoría de los peritos convocados opinó que no hubo penetración pero sí ataque sexual, tal como lo había planteado la querella.
Además se determinó que Ángeles murió como consecuencia de un "mecanismo mixto de estrangulamiento manual y sofocación", cometido luego de una "agresión sexual" que dejó lesiones vitales, mientras que "las lesiones genitales que presentaba el cuerpo eran postmortem".
De ser así, el juez quedó en condiciones de citar al portero (procesado por homicidio simple) y culparlo de un delito más grave, como homicidio criminis causa, es decir haber dado muerte a la joven para ocultar un delito previo como el ataque sexual. Otra posibilidad es que sea acusado bajo la figura de femicidio.
Ayer la querella y la defensa mantuvieron una audiencia en la Cámara del Crimen para resolver si se anulan pruebas claves de ADN que comprometen a Mangeri. Es que los defensores insisten en pedir la nulidad de esos resultados por entender que las muestras se pudieron haber contaminado.
Del otro lado, el abogado querellante Pablo Lanusse y el papá de la joven, Franklin Rawson, reclamaron que las pruebas de ADN sigan en pie y volvieron a apuntar contra el portero.
"Fue razonable encontrar ADN de Mangeri en las uñas de Ángeles. Los arañazos del señor Mangeri en el lado izquierdo de su pierna, donde debió haber estado su pantalón, es una demostración categórica de que Ángeles Rawson arañó a su agresor para defenderse de un ataque", sostuvo Lanusse. El tanto Franklin Rawson aseguró que no tiene "ninguna duda" de la culpabilidad de Mangeri y reclamó "la pena máxima que prevé la ley".
La joven (16) desapareció el 10 de junio pasado cuando regresaba de una clase de gimnasia a su casa, en Ravignani 2360 de Palermo.
Su cuerpo apareció al día siguiente en el predio de la CEAMSE de José León Suárez. Cinco días después, Mangeri quedó detenido por decir en medio de una testimonial: "Fui yo".
Luego los peritos encontraron bajo las uñas de una mano de Ángeles rastros de ADN del portero.
