Pericia científica desmiente al testigo “estrella" de un juicio por jurado

El forense que realizó la necropsia de José Álvarez dijo que fue asesinado de un tiro y no por golpes de un martillo.

Pericia científica desmiente al testigo “estrella" de un juicio por jurado
Pericia científica desmiente al testigo “estrella" de un juicio por jurado

La pericia científica realizada por el Cuerpo Médico Forense desmintió dos aspectos de la versión que dio el testigo "estrella" del cuarto juicio por jurado, en el que se intenta aclarar el brutal homicidio del chileno José Álvarez (70), ocurrido en una finca de Guaymallén el 5 de enero de 2018.

Ezequiel Orozco (27) fue condenado a perpetua en abril pasado por la muerte de Álvarez, en un juicio abreviado en el que no sólo declaró ser el autor material del crimen sino que señaló como instigador a Jonathan "Johnny" Morales (28), quien desde el lunes es juzgado por homicidio criminis causa. 

El lunes Orozco fue llevado desde el penal hasta Tribunales y allí volvió a decir que mató a ciudadano chileno, mientras Johnny le decía "pegale, pegale". Pues bien, Orozco dijo que mató a la víctima con un martillo de carpintero, es decir, una herramienta con una "cabeza" para golpear y una "garra" para sacar clavos.

Ayer Martín Barrera, el médico  del Cuerpo Médico Forense que realizó la necropsia del cadáver lo desmintió categóricamente: "La causa principal de la muerte fue un proyectil de arma de fuego y también hubo golpes concomitantes".

Para fundamentar el concepto, el profesional indicó que en el orificio de entrada, ubicado sobre la oreja derecha, observó los clásicos signos de un disparo a corta distancia: "tatuaje y ahumamiento". Es decir, las marcas que deja el ingreso de un proyectil cuando se dispara a menos de 15 centímetros de distancia. 

El médico explicó que el proyectil utilizado dejó un orificio de entrada de 8 centímetros y uno de salida de 10 centímetros de diámetro pero no dejó ningún rastro en el cerebro, tal como lo estableció una radioscopia, como ocurre en muchos casos. La muerte se produjo por el daño que hizo el proyectil en la masa encefálica.

Tanto la fiscalía de Homicidios como la querella le preguntaron al médico por qué los peritos de Policía Científica sostienen que las causales de la muerte fueron "golpes realizados con un objeto romo". El médico indicó que los policías no hicieron la necropsia, sólo vieron los signos externos lo que únicamente les permitió "tener una percepción de la causa de la muerte".

Y en ese punto no descartó que la víctima pudiera recibir golpes en las mismas zonas del balazo que pudo salir de una pistola pero también de una escopeta. Si bien tanto el martillo que dijo utilizar Orozco como el arma de fuego señalada por el médico nunca fueron encontrados por los investigadores, ayer se escuchó otro testimonio que habla de un arma.

Fue durante la declaración de la subcomisaria de Colonia Segovia, Roxana Ortiz, quien sostuvo que al llegar a la finca de Álvarez se encontró con su empleada que le decía que "su hija había visto a un hombre con bermudas y un arma o un caño en la mano" a unos 30 metros, cerca de las 7.30. La policía declaró que la testigo además le dijo "haber escuchado un disparo".

La hora no coincide

El segundo aspecto que el médico forense puso en crisis fue la hora de la muerte. Orozco sostuvo que mató al dueño de la finca cerca de las 17 del 5 de enero del año pasado.

La hora del deceso fijada en la necropsia es las 7 del 6 de enero y con un margen de error  de 4 horas. Es decir que no fue antes de las 3 del día 5, ni después de las 11 del día 6. En todo caso, muy lejos de las 17 del día indicado por el testigo principal.

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