El paseo Enrique Mosconi-Bernardo Houssay, en el flanco norte de la Capital, límite con Las Heras, y pegado al zanjón de Los Ciruelos, ya no será como el público lo conoció en su larga existencia de más de 50 años.
En estos días ha comenzado una remodelación que lo convertirá en un ambiente enfocado a lo deportivo, la vida sana y el cuidado del medio ambiente.
Uno de sus principales componentes será un camino que irá zigzagueando entre los árboles existentes, que serán respetados casi en su totalidad.
Se trata de una obra del municipio de Capital, con un presupuesto de $ 6.000.000, que está siendo ejecutada por la empresa Da Fré Obras Civiles SA, que deberá entregarla al cabo de 180 días.
De acuerdo a lo explicado por la proyectista del emprendimiento, arquitecta Magdalena Egües y el secretario de Infraestructura, ingeniero Raúl Cicero, la intervención del paseo se hará en toda su extensión de aproximadamente 2.400 metros, entre Boulogne Sur Mer y avenida San Martín.
Los trabajos arrancaron a la altura del canal Jarillal, frente al barrio Irrigación, un punto de encuentro entre ese curso de agua y el zanjón de Los Ciruelos.
Los técnicos explicaron que el mayor potencial de la obra es también su mayor limitación, refiriéndose a la forestación existente, que conforma un bosque importante con especies como robles, pinos, cipreses, fresnos, plátanos y paraísos.
Los forestales serán conservados en su totalidad, salvo unos 30 que están enfermos, secos o comprometidos en su estabilidad por un mal estado sanitario y por tanto deben ser retirados por seguridad.
Los ejemplares valiosos serán identificados con letreros, como ocurre en las plazas céntricas. Además, se concretará un replante de unos 15 árboles, suficientes, en la interpretación de los agrónomos, para mantener la estructura boscosa del sitio.
Una de las novedades es la incorporación de un camino continuo, que irá bordeando los árboles y permitirá el desplazamiento de peatones y bicicletas en toda su extensión o caminantes, por lo que también tendrá una concepción de ciclovía.
Esta senda dispondrá de indicadores de distancias y se integrará, a futuro, con la ciclovía del parque lineal norte, sobre calle Perú, actualmente en ejecución, y posteriormente con el Parque Central y más adelante con la pendiente bicisenda de Boulogne Sur Mer (que debe realizar la provincia).
El equipamiento fue dividido en 2 tipos. Por un lado, se dispondrá de 4 sectores de recreación, que estarán más asociados con las áreas residenciales que enfrentan al paseo, ubicados cerca de calles Alpatacal y Cayetano Silva, del lado de Houssay, y en la parte de Mosconi próximos a las calles Moreno y Patricias Mendocinas.
Asimismo se instalará una pequeña explanada a lo ancho del camino, donde se incorporarán juegos de niños, bebederos y lugares para estacionar las bicicletas.
Tres espacios con barras destinadas a elongaciones estarán intercalados: uno casi llegando a Boulogne Sur Mer, otro cerca de Bufano y el restante a metros de la avenida San Martín. Dispondrán de bancos y hasta relojes para que el raidista calcule el tiempo que empleó de un punto a otro.
También la grilla de trabajos prevé la colocación de una reja metálica en todo el lado sur del zanjón de Los Ciruelos. Ese elemento funcionará como protección y factor de diseño, unificando la identidad del paseo y actuando como medio para incorporar los carteles indicadores de los servicios que se dispondrán. Será transparente y por tanto permitirá la visual.
No habrá muchos bancos porque se interpreta que el paseo es para la circulación constante de corredores o caminantes, y no para quedarse en un determinado punto. Los que se colocarán servirán para que un trotador se ate los cordones de sus zapatillas o descanse un minuto, y siga viaje. Serán bajos, cilíndricos y antivandálicos, impidiendo que alguien se esconda detrás de ellos.
"Queremos -remató el ingeniero Cicero- que la gente se apropie de un lugar que hemos diseñado de acuerdo a las necesidades de los usuarios".
Otros detalles alcanzan a la iluminación, que será reforzada con luminarias; la construcción de una cuneta (que falta en algunos sectores), y el tendido subterráneo de un poliducto para fibra óptica, telefonía o cámaras de seguridad.
Los vecinos contentos
En general, los vecinos consultados por la obra en ejecución se mostraron conformes con su realización.Así lo expresó Blanca Sazaturnil (medio siglo residiendo en el área), quien dijo "que la obra era muy positiva, creo que jerarquizará la zona".
Los esposos Aldo Gilberto Ibáñez (88) y Haydée Gatica (83), quienes moran en el lugar desde 1963, afirmaron que "el barrio ganará en seguridad".
Los que se mantienen expectantes son los titulares de puestos de frutas y verduras, al que recurre casi todo el vecindario. Deberán salir del paseo mientras se realicen los trabajos y posteriormente se les construirá pequeños locales, que tendrán una nueva localización con respecto a la actual posición.
Federico Albornoz (39), uno de los comerciantes, expresó que durante los meses de la intervención de los operarios en el lugar "no sabemos dónde podremos instalarnos".
