Perfil del candidato que quiere Cristina

Fue el diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel quien dio un paso adelante y confirmó bajo el condicional de probable lo que viene insinuándose hace rato: el oficialismo hará todo lo posible para que Daniel Scioli no sea su candidato a presidente.

Perfil del candidato que quiere Cristina
Perfil del candidato que quiere Cristina

Por Carlos Sacchetto - csacchetto@losandes.com.ar - Corresponsalía Buenos Aire

El legislador Carlos Kunkel especuló que dentro de ese espacio habrá "una lista más ortodoxa, la nuestra; y otra con matices liberales moderados" y aventuró que a ambos postulantes presidenciales los acompañará una misma nómina de legisladores.

Kunkel hablaba de Florencio Randazzo y de Daniel Scioli, como expresiones más y menos cercanas al pensamiento de Cristina Fernández, la dueña de las decisiones. El objetivo está claro: la lista única de legisladores, armada con fuerte participación de La Cámpora y lo más duro del kirchnerismo, garantiza la continuidad ideológica y es un real condicionamiento para el que tiene "matices liberales".

Pero la jugada pretende ser más amplia y compleja. Con esa confrontación interna Cristina procura por un lado hacer un recuento de fuerzas leales y por otro retener -al menos en las PA SO- al peronismo que no se identifica plenamente con ella pero que todavía confía en que si Scioli llega a la Presidencia se sentirá libre y hará que las cosas cambien.

Lo propio

Operadores de la Casa Rosada descuentan que los votos del oficialismo son de Cristina, y en consecuencia el candidato al que ella apoye será el ganador de la interna. Sostienen además que los votos propios que tiene Scioli provienen de sectores ajenos al oficialismo, por lo que pueden gravitar en una elección general pero no en una primaria. Simplificando, se preguntan ¿quién tiene más votos, Cristina o Scioli?

La respuesta, para ellos, tiene sólo certezas a favor de su jefa.

Ese razonamiento está cruzado sin embargo por un dato incontrastable: en las elecciones legislativas de 2013, hace sólo un año y medio, los candidatos de Cristina perdieron la elección nacional por 7 a 3. No significa que ahora vaya a suceder lo mismo, y menos con la posibilidad que se evalúa de que ella encabece la lista de diputados al Parlasur, o al Congreso Nacional por la provincia de Buenos Aires.

Pero no es lo mismo la candidatura presidencial.

Si bien ella despliega a veces un juego políticamente perverso de amores y odios, quienes interpretan con fineza los gestos de la jefa del Estado afirman que ya volcó sus preferencias por Randazzo. En un escenario ideal para el oficialismo, sólo faltaría que el ministro del Interior gane la interna juntando todos los votos auténticamente kirchneristas, aunque luego en la general no le alcance para llegar a la Presidencia. "Mantendríamos así la coherencia ideológica sin contaminaciones", se exagera como consuelo en un despacho de la Casa Rosada.

En el sciolismo la mirada es muy diferente. Creen que el penoso peregrinaje que el gobernador bonaerense viene haciendo hacia la candidatura oficial será compensado con un reconocimiento en las urnas del peronismo unificado. "Daniel tiene votos propios, de peronistas e independientes, más de lo que muchos se imaginan", explican con ilusión en su comando de campaña.

La lógica política los lleva a deducir que si Scioli le gana la interna a Randazzo, aunque sea por poco, Cristina ordenará el apoyo de todos -peronistas y kirchneristas- para enfrentar las elecciones generales. "Con Daniel se puede ganar en primera vuelta, con Randazzo no porque segmenta mucho el electorado", analizan.

Los demás

Las especulaciones en el campamento oficial están revestidas de un optimismo que no se compadece con lo que señalan los sondeos de opinión. Los números que arrojaron las encuestas de la semana que pasó muestran una leve recuperación de la imagen de la Presidenta, cierto retroceso de Sergio Massa y un crecimiento de la figura de Mauricio Macri. Ese avance tuvo un impulso notable luego de la Convención Nacional de la UCR que decidió competir con el PRO en las primarias nacionales de agosto.

Ese acuerdo, que según sus referentes no significa una alianza para compartir el gobierno -si lo alcanzan-, abrió un nuevo panorama que incomoda al kirchnerismo y lo lleva a redefinir estrategias. Cerca de Cristina cuentan que en una charla que mantuvo con intelectuales que participaron del Foro Internacional Emancipación e Igualdad, ella destacó la conformación en la Argentina de una nueva derecha democrática y los desafíos que eso significa para el "pensamiento revolucionario", asumiendo como tal lo que representa el kirchnerismo.

Habría dicho entonces que para enfrentar ese escenario se deben mantener "las convicciones más profundas y la pureza ideológica". Muchos creyeron escuchar una despedida anticipada a Daniel Scioli.

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