Pérez: una fiesta y dos semanas malas

Luego de asumir al frente del PJ provincial con el apoyo de Scioli, el Gobernador debió hacer frente a la caída del proyecto Hierro Indio y los choques que produjo en su propio partido. La oposición se unió en contra de un decreto suyo y no consiguió la

Pérez: una fiesta y dos semanas malas
Pérez: una fiesta y dos semanas malas

El gobernador Francisco Pérez asumió la presidencia del PJ hace casi dos semanas. Y, después de la fiesta, se vinieron días de desventuras. Es cierto que, a medida que se acerca la fecha electoral, la oposición toma posiciones más duras, pero no parece suficiente como explicación. También hubo errores que terminaron perfilándose en derrotas políticas.

El lunes 17 asumió con toda la fanfarria peronista y mecido por la ola naranja de Daniel Scioli, pero sin presencia kirchnerista de peso. En el Boletín Oficial del martes 18 salía publicado el decreto en el que con su propia firma se borraba lo que había logrado anudar con toda la clase política un año antes.

En noviembre de 2013 se sancionaba por unanimidad la ley 8.619 que consagra la realización de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para cargos provinciales y municipales.

Con la publicación del decreto 2075/14 Pérez parecía querer matar a las PASO que él mismo había impulsado y, al mismo tiempo, logró el milagro de aglutinar a todo el arco opositor en su contra. Una semana y media después, todos los partidos opositores anunciaban que no avalarían la norma de Pérez.

Ese mismo día empezaba el calvario del proyecto minero Hierro Indio. El Senado lograba aprobar la declaración de impacto ambiental por mínimo margen pero hubo un detalle no previsto: esa votación desató la rabia en General Alvear y el intendente Juan Carlos De Paolo se vio obligado a suplicar una salida política que calmara los ánimos en su departamento.

El viernes 21, Hierro Indio era crucificado por los diputados y sepultado en el archivo, lo que desató una pelea entre el peronista intendente De Paolo y su par de Malargüe, el también peronista Juan Carlos Agulles, quien estaba esperanzado con la posibilidad del desarrollo minero en su departamento.

Horas después del archivo del proyecto minero, Pérez salió al ruedo a desahogar su bronca. En medio de sus quejas por la falta de un diálogo racional, el Gobernador dijo que en el departamento antiminero vendían drogas y alcohol en boliches clandestinos.

Mucho se ha comentado del carácter de Pérez en la intimidad de su gabinete pero, esta vez, dejó registro de su enojo frente a las cámaras.

Así, cerraba una semana aciaga. No hay mal que dure cien años, pero sí dos semanas. Después del fin de semana largo, llegó la respuesta desde Alvear a sus declaraciones sobre las drogas en ese departamento.

El martes 25, el intendente De Paolo mandaba una dura carta al Gobernador en la que le pedía que ratificara o rectificara sus dichos.

De paso, en el medio de la pelea entre el mandatario y presidente del PJ y el intendente también peronista, el radicalismo salió a denunciarlo ante la Justicia, por considerar que como funcionario público debió denunciar ante la Justicia la comisión de un delito.

Ese mismo día estalló una nueva polémica: se daba a conocer la resolución 2.087 de la Dirección General de Escuelas, que fue firmada por María Inés Abrile de Vollmer el 19 de noviembre. Esa resolución establecía que los alumnos que hubieran repetido algún grado podían ser abanderados.

El miércoles 26, Diputados intentó resucitar Hierro Indio sacándolo del archivo para remitirlo al Ejecutivo para que corrija y complete el expediente.

El mensaje subyacente de esa resucitación a medias es que la DIA de Hierro Indio no fue trabajada como debería haberse trabajado en el Ejecutivo, ni liderado como debió haberse liderado para evitar la amenaza de pueblada en General Alvear.

El jueves 27, después de mucha información difundida en los medios y mucha opinión pública enfurecida, Pérez salía a desautorizar a Abrile de Vollmer diciendo que no había sido consultado y anunciaba que se daría marcha atrás con la resolución 2.087.

Ese mismo jueves desembarcaba el intendente Agulles en Irrigación y abría un nuevo round en la pelea con el alvearense De Paolo por Hierro Indio: anunciaba que reclamaría el cupo de agua de todos los ríos que pasan por su departamento, incluyendo el Atuel, ése que los alvearenses defienden como propio.

El viernes 28 le deparaba otro trago amargo. De los mil millones de pesos que Pérez necesitaba tomar en préstamo para cerrar el año, el Ministerio de Economía de la Nación apenas si le autorizó 400 millones y sólo logró colocar 250 millones de pesos; es decir apenas el 25% de lo que el Gobierno aspiraba originalmente.

En la autorización nacional por 400 millones no faltan quienes tiendan puentes entre el acto de asunción de Pérez en la presidencia del PJ y las llamativas ausencias del entorno presidencial.

Pero también hay quienes miran hacia atrás y recuerdan la eterna pelea por endeudamiento entre radicales y peronistas, pelea que demoró la sanción del Presupuesto 2014 por ocho meses. Pérez había pedido 1.700 millones, terminó aceptando 1.000 y consiguió 250 millones.

Para cerrar la semana, el mismo viernes otra pelea agitó las turbulentas aguas del peronismo y el propio gabinete. El ministro de Salud, Matías Roby, lanzó una andanada contra el subsecretario de Trabajo, Rubén Boris, a quien acusó de ser socio de los gremios.

La pelea no es nueva, ya tiene un par de meses y los motivos tampoco son nuevos: Roby cree que Boris es permisivo con ATE y Ampros.

La oposición cree que debe negociar y ceder

“El gobernador no ha acertado con la posición correcta en esta etapa”, decía el moderado titular del PD Richard Battagión y prescribía una receta para salir de tantos traspiés continuados: más negociación. “Es la única manera de llevar adelante políticas estratégicas de Estado”, agregó.

Desde otro lado del arco opositor, el intendente radical Alfredo Cornejo decía casi lo mismo: “Avanza como Cristina (Fernández), pero ella tiene mayoría en ambas Cámaras del Congreso. Tiene que ceder y negociar con la oposición”.

Tanto Battagión como Cornejo coinciden en que Hierro Indio estuvo mal encarado. El godoicruceño va más allá e indica que fue mal manejado socialmente y también políticamente.

“Hacía falta tomar precauciones en lo social”, decía y luego explicaba que en el tratamiento del Senado se encontraron 16 errores en la DIA y que el radicalismo ofreció al oficialismo una salida al proponer la devolución al Ejecutivo para corregirlas. “Pero el Gobernador prefirió avanzar en Senado, cuando aún los alvearenses no salían a la calle”.

Respecto del decreto 2075/14 que suspende el financiamiento de las campañas, Battagión indica que “logró la convergencia de casi toda la oposición”, mientras que Cornejo marcó la contradicción: “En el proyecto de reforma constitucional que Pérez mandó a la Legislatura en 2012, estaban incluidas las PASO y el financiamiento de las campañas. Ahora cambia una ley por decreto”.

En la propia tropa le piden más conducción

El comentario en los pasillos legislativos y en cuanta mesa de café de los mentideros, se asume que Francisco Pérez es trabajador; que de hecho uno de los ministros al que más ve es al de Hacienda, Juan Antonio Gantús, porque él decide personalmente el destino de los recursos con que cuenta el Estado.

Lo que se cuestiona es que está muy preocupado en usar la birome para firmar los cheques, pero que hay poca definición política .

Dicen que tanto cuidado en el seguimiento del gasto no le permite zafar de las críticas de Alfredo Cornejo, cuando el godoicruceño explica la negativa radical a aprobar endeudamiento.

“Si no puede bajar un 2% de los gastos, trabajando en la ineficiencia y pide créditos para cubrir déficit por ese monto, entonces estamos ante una muy mala gestión”.

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