Culminó ayer la paritaria docente pero con un más que polémico capítulo final, ya que más allá de la aceptación del SUTE del incremento del 25%, en un solo pago y a partir de marzo, su exigencia de que no se les descuenten a los trabajadores los días de paro se transformó en un búmeran y terminó afectando la tarea del gremio.
Antes del encuentro, el jefe sindical Javier Guevara había anunciado que buscarían que el Gobierno diera marcha atrás con lo descontado por la huelga del 25 y 26 de febrero pasados y que además intentarían evitar que se descontaran los tres días no trabajados durante la protesta de marzo.
Sin embargo. el Gobierno confirmó que seguirá firme con su intención de descontar los días de huelga de febrero, pero dejó a Guevara en una incómoda posición al condicionarle el no descuento de las jornadas no trabajadas en marzo a que el gremio no efectúe ninguna medida de acción directa mientras esté vigente el acuerdo, es decir durante todo este año.
La situación generó que lo que iba a ser un trámite, se transformara en una extensa reunión que comenzó pasadas las 10 de la mañana y finalizó cerca de las 19.30, quedando como corolario la obligación de las partes a cumplir con este nuevo compromiso en tanto dure la convención colectiva, en la que se concretó el incremento salarial y otros puntos enmarcados en la paritaria anual.
Exigencia sin respuesta
La catarata de quejas de los maestros cuando el pasado 27 de marzo, tras cobrar sus sueldos, vieron que estaban descontados los dos días de paro de febrero (en algunos casos con bajas de hasta $ 700) provocó que las autoridades gremiales, encabezadas por Guevara, se comprometieran a exigirle al Gobierno dar marcha atrás en el castigo.
"Pretenden disciplinar a los trabajadores que llevaron adelante la medida de fuerza. Vamos a denunciar y a llevar adelante las presentaciones que sean necesarias para que solucionen estas injusticias", prometió Guevara.
Pero en la Dirección General de Escuelas no escucharon ese reclamo y confirmaron el descuento, aunque aceptando que revisarán los casos especiales.
Es que según los docentes hubo casos de licencias especiales o por enfermedad que nada tuvieron que ver con la huelga, pero que sí sufrieron bajas salariales. "Vamos a rever caso por caso por lo que les pedimos a los afectados que presenten los justificativos respectivos", informaron desde Recursos Humanos de la DGE.
Dura contraoferta
Pero a la segunda parte de la promesa de Guevara, relacionada con el pedido de no descontar los tres días parados en marzo, el paritario oficial, Mauricio Guzmán, contrapuso la dura exigencia de que el gremio no genere ningún paro hasta que se reabra la discusión por condiciones laborales, lo que podría pasar recién el año que viene.
"Sabemos que es un pedido duro, pero es una garantía de paz social", se le escuchó decir a un funcionario cercano a Guzmán.
Más allá del mal trago, Guevara, luego de reconocer la ausencia de respuesta del Gobierno ante la petición por febrero, prefirió hablar de los logros alcanzados.
"El Gobierno se comprometió a no descontar el paro de marzo siempre que no tengamos medidas de acción directa en el marco del acuerdo paritario", destacó. "Y nosotros somos los primeros en defender la paritaria", añadió.
En tal sentido, resaltó que aparte del aumento obtenido, que se hará efectivo el 15 de abril por planilla suplementaria, "se obtuvo una cláusula de garantía", informó.
De esa manera se garantiza a los maestros que si otro gremio acuerda un mayor porcentaje al obtenido por el SUTE, habrá una mejora equitativa para los docentes.
De ese modo, es cierto que el desenlace de las discusiones arroja aspectos positivos para el gremio, pero no es menos cierto que la imposibilidad de generar medidas de fuerza de acción directa, en el caso de ser necesario, deja en una posición bastante incómoda al sindicato y a su conductor, que en tres meses debe afrontar la elección que lo podría ubicar por cuatro años más al frente.
Por eso Guevara no dudó en reiterar su férrea defensa de la paritaria. "Pero si el Gobierno no la respeta, no tendremos ninguna duda en tomar las medidas que sean necesarias, incluso el paro", advirtió a modo de mensaje para calmar las críticas que seguramente surgirán.
