En las próximas PASO del 9 de agosto y en las elecciones generales del 25 de octubre, los argentinos no votaremos sólo presidente, senadores y diputados nacionales. Por primera vez se elegirán los representantes de nuestro país en el Parlamento del Mercosur a través del voto directo, ya que hasta ahora quienes tienen esa representación son miembros del Congreso nacional elegidos por cada una de las dos cámaras.
El cambio a la ley electoral lo apuró el kirchnerismo a fin del año pasado en medio de una ola de especulaciones que indicaban que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reservará para sí la candidatura principal para el Parlasur, para tener protagonismo en la campaña electoral que se avecina y hacerse de fueros parlamentarios para cuando deje el Sillón de Rivadavia.
Recién el 20 de junio, cuando expire el plazo para presentar listas nacionales, se sabrá si Cristina Kirchner será o no candidata al Parlamento del Mercosur (que tiene sede en Montevideo) o algún otro cargo.
Pero algunas dudas sobre el peso que tendrá la elección de estos nuevos cargos fueron evacuadas con el decreto 775 que se publicó el 11 de mayo en el Boletín Oficial, a través del cual el Poder Ejecutivo convocó a las elecciones nacionales.
La ley ideada por los principales ingenieros electorales del kirchnerismo, que lleva el número 27.120, estableció que los argentinos deberán elegir 19 diputados del Mercosur por un distrito único -el padrón nacional que se usa para la elección de presidente y vicepresidente- y además a un representante por cada uno de los distritos regionales (las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
De este modo, el 25 de octubre quedarán seleccionados los 43 “mercodiputados” que le corresponden a la Argentina en el Parlamento del Mercosur.
Como se debe usar en un caso el padrón nacional y en otro el de cada jurisdicción electoral regional, Cristina Kirchner decidió en el decreto 775 que haya dos boletas para elegir “mercodiputados”, una con los candidatos nacionales o de distrito único (que en el caso del Frente para la Victoria podría encabezar ella) y otra con el candidato de cada provincia.
De este modo, en el cuarto oscuro, los mendocinos se encontrarán con boletas que tendrán cinco segmentos. De izquierda a derecha, aparecerán primeros los candidatos a presidente y vicepresidente; luego los candidatos al Parlasur por el distrito único (19 titulares y 19 suplentes); en tercer orden aparecerán los postulantes al Senado nacional; en cuarto los nominados a la Cámara de Diputados y, por último, el representante de la provincia para el Parlamento del Mercosur.
El peronismo mendocino decidió, junto a la Casa Rosada, que el gobernador Francisco Pérez sea el postulante por Mendoza al Parlamento del Mercosur.
Pérez aceptó esa candidatura y declinó pelear por la diputación nacional para permitir el acuerdo entre los sectores internos y firmar la paz con la Casa Rosada. Su apuesta es de riesgo porque como se elige sólo un representante por cada provincia, si el Frente para la Victoria no gana en octubre en la provincia, él se quedará sin cargo.
El nombre del mandatario aparecerá en quinto lugar en las boletas, luego de los de los candidatos presidenciales del Frente para Victoria (Daniel Scioli y Florencio Randazzo), los postulantes por el distrito país al Parlasur (Cristina Kirchner, quizás), los candidatos a senadores (la camporista Anabel Fernández Sagasti y Omar Félix) y los aspirantes a diputados (Rubén Miranda, Guillermo Carmona y Ana Lía Álvarez).
La misma ley 27.120 prevé que tanto los parlamentarios del Mercosur de distrito único como los de cada provincia deban pasar por las elecciones primarias (PASO). Los partidos políticos podrán presentar sus precandidatos, pero sólo llegarán a la elección de octubre aquellas fuerzas que superen el 1,5% de los votos entre todas sus listas internas.
La norma también establece que el Gobierno nacional destinará partidas presupuestarias para la campaña y espacio en los medios electrónicos para los spots de los candidatos.
Así, si Cristina Kirchner decide postularse por el distrito país, podrá usar estos fondos públicos para promocionarse en las emisoras de todas las provincias y la boleta con su nombre y su foto estará en todas las mesa electorales de la Argentina pegada a la de Daniel Scioli y Florencio Randazzo, en las primarias, y a la del ganador de esa contienda en las generales de octubre.
Cambios obligados
Si bien ley 27.120 fijó que la votación debía realizarse conjuntamente con los otros países del bloque -Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela- el "Día del Mercosur", el Gobierno decidió empalmar estos comicios con las elecciones nacionales. Sucede que como el "Día del Mercosur" no ha podido ser consensuado entre los cinco países, el propio Parlasur decidió estirar hasta el año 2020 la votación conjunta.
Aprovechando esta situación, el kirchnerismo votó en la ley sancionada el año pasado una cláusula transitoria para permitirle al Gobierno convocar a la elección de los miembros del Parlasur junto a las presidenciales de este año.
La jugada del oficialismo también tiene repercusión en los otros países del Mercosur. Eso es así porque Argentina elegirá la totalidad de los diputados que le corresponden, es decir los 43, y no los 26 que hoy tiene designados a través de la Cámara Alta y de la Cámara de Diputados.
Esta ampliación obligará a Brasil y a Venezuela a elegir con el método que ellos tienen hasta el momento -indirectamente, a través de sus Congresos- la totalidad de los miembros que le corresponden. En el caso de Brasil son 75 y en el caso de Venezuela son 33.
Uruguay y Paraguay ya tienen nombrados el cupo máximo que tienen asignados, de 18 en cada caso. Pero entre ellos hay una diferencia: Paraguay es el único país que ya usó las urnas para votar sus “mercodiputados” y Uruguay es el país que tiene más complicaciones para poner en práctica esta vía ya que cualquier cambio a sus leyes electorales precisa de dos tercios del Congreso.
La pelea judicial por los fueros
La Cámara Nacional Electoral deberá definir si es constitucional el artículo de la ley 27.120 que le otorgó a los parlamentarios del Mercosur que surjan electos en las próximas elecciones nacionales los mismos fueros que tienen los diputados nacionales, es decir, tanto de opinión como de arresto.
El dirigente del partido GEN, Gerardo Millman (ex legislador nacional) presentó en abril una “acción declarativa de certeza” ante la jueza electoral de la Capital Federal, María Servini de Cubría, quien decidió pasarle la decisión al fuero Contencioso Administrativo. Pero tras la apelación de Millman, la causa debería llegar pronto a la Cámara Electoral.
El artículo cuestionado en la Justicia por Millman es el 16° (de la Ley 27.120), porque amplía los fueros de los “mercodiputados” al asimilarlos a los de los diputados nacionales. Según la presentación de la oposición, la ley votada por el kirchnerismo es inconstitucional porque la carta magna sólo les da inmunidad de arresto a los legisladores nacionales.
El dirigente cercano a Margarita Stolbizer sostuvo que el Protocolo Constitutivo del Mercosur, en su artículo 12°, establece que “los parlamentarios no podrán ser juzgados, civil o penalmente, en el territorio de los Estados Partes del Mercosur por las opiniones y votos emitidos en el ejercicio de sus funciones”. Pero en cambio nada dice de la inmunidad de arresto.
Desde el kirchnerismo se aseguró que la ley 27.120 es totalmente constitucional. “La interpretación que hace la oposición del Protocolo Constitutivo del Mercosur es sesgada. Sólo leyeron un inciso de un artículo, cuando se menciona la inmunidad de opinión de los parlamentarios, pero lo cierto es que tanto el Protocolo como el Reglamento del Parlamento del Mercosur asimilan a los diputados del Mercosur con los diputados nacionales de cada uno de los países.
De hecho en Paraguay, que es el único país que ya está eligiendo por voto directo sus representantes para el Parlasur, tiene una ley que dice exactamente lo que estipula la ley argentina”, explicó el diputado nacional kirchnerista Guillermo Carmona, actual “mercodiputado”.