Con su bono de sueldo en mano, en el que atestigua que gana $ 35.527 de bolsillo, el gobernador Francisco Pérez defendió el último aumento que alcanzó a funcionarios y legisladores, y pidió hablar del tema sin “hipocresía”. Así, el primer mandatario rompió el silencio y se refirió, por primera vez, a la polémica que se desató hace justo una semana, cuando se conoció “el descongelamiento” de los salarios de los políticos.
La novedad generó repercusiones y opiniones variadas y, a su vez, sirvió para recalentar la previa de la discusión paritaria, la cual comenzó ayer. Y es que los gremios comenzaron a utilizar “el dietazo” como uno de los argumentos para pelear los incrementos salariales pretendidos.
Atento a esto, Pérez respondió: “A río revuelto ganancia de pescadores. El dirigente (Roberto) Macho de ATE quiere confundir sobre todo a sus afiliados diciendo que nos hemos aumentado el 50%, cuando es el 30,5% la suba de todos los funcionarios. Este es el aumento que ningún dirigente recibió y que sí recibieron los agentes estatales en marzo”.
En este sentido, Macho había pedido un incremento para este año del 50%, argumentando (tal como lo hizo el FIT) que los políticos elevaron sus dietas en un 48%. “Es un argumento falaz, esto es un aumento del año pasado que no lo recibieron (ni funcionarios ni legisladores). No es retroactivo”, contestó Pérez.
En los hechos, en enero de 2014, el Gobernador sacó un decreto en el que congelaba su dieta y, por ende, la de todos los funcionarios y legisladores (salarios atados al del primer mandatario) de modo tal que no recibieron el 30,5% de aumento que logró la Administración Central en paritarias. Pero aquella disposición tenía fecha de vencimiento y a partir del 31 de diciembre pasado se sacó del freezer las dietas de funcionarios y legisladores, por lo que la liquidación del mes de enero vino con la suba correspondiente, lograda en marzo del año pasado.
Atentos a la caducidad del decreto, Los Andes en su edición del 22 de enero, anticipó el incremento automático que estaba en puerta, aunque la polémica terminó por desatarse el martes pasado, cuando los legisladores del FIT constataron en sus cuentas el aumento y lo divulgaron por los medios de comunicación.
Desde aquel momento, todos menos el propio Gobernador marcaron su postura en la discusión. Incluso, el martes pasado cuando estalló el tema, Pérez se fue de un acto en Guaymallén sin hablar con la prensa, dejando en esta función al ministro de Salud, Matías Roby.
“Yo lo hice (al decreto que congeló el aumento) en su momento como un gesto político en la discusión paritaria, con la intención de no colocar primero la discusión del sueldo de los funcionarios. Que un gobernador gane $ 35 mil cuando su manejo presupuestario es de $ 40 mil millones atañe en la responsabilidad. El salario que cobra el Gobernador es el más bajo de la Argentina. Hay gobernadores que ganan $ 80 mil, $ 100 mil y más. Me parece que es algo imprudente frente a lo que ganan los jueces o el gerente de una empresa. Saquémonos el velo de la hipocresía”, señaló Pérez.
En este sentido, el mandatario ha hecho referencia en otras oportunidades a lo bajo que son los salarios de la función pública en comparación con los privados.
Por otra parte, ayer el Gobernador direccionó su mensaje a los legisladores del FIT, quienes cuestionaron la suba: “En vez de discutir esto en una ley de sueldos, algunos legisladores, sobre todo de la Izquierda, hacen demagogia, porque ellos cobran este aumento, no es que ellos dicen 'no lo cobro'. Con eso que cobran hacen política, hacen piquetes, compran cubiertas para cortar las rutas, para eso utilizan la mitad del salario. Si es por eso yo también ayudo y no digo nada”.
Por último, Pérez explicó que los legisladores cobran más que él ya que “no pagan ganancias”. El aumento en cuestión elevó el bruto de la dieta de Pérez de $ 42.079 a $ 58.309 .