Pérez estira el pago de sueldos otra vez

El Gobierno anunció por la mañana que hoy cobrarían todos los estatales que aún no lo hacían. Pero, por la tarde, confirmó que no consiguió toda la plata necesaria.

Pérez estira el pago de sueldos otra vez

La mañana se había tornado complicada por cortes de calles en distintos puntos del Gran Mendoza y el desfile de dirigentes gremiales por los pasillos de Casa de Gobierno, así es que el subsecretario de Trabajo, Mauricio Guzmán, salió a anunciar a las apuradas que hoy estarían depositados la totalidad de los salarios de los trabajadores del Estado.

Por la tarde, ese anuncio debió ser corregido: sólo cobrarán el personal penitenciario, celadores, administrativos de la DGE, personal de la administración central y del Poder Judicial; además percibirán sus salarios los trabajadores y profesionales de la Salud con ingresos de hasta 30.000 pesos.

Quedaron pendientes empleados legislativos, docentes de escuelas privadas subsidiadas y del Servicio Educativo de Origen Social (SEOS), los magistrados, los legisladores y los funcionarios políticos del Poder Ejecutivo. Así, se repite el escalonamiento que se aplicó para pagar los sueldos de setiembre, cuando tampoco se consiguió todo el dinero junto.

Antes, por la mañana, había más optimismo. Guzmán y el ministro de Hacienda, Juan Gantus, prometían el pago a los titulares de los gremios pasado el mediodía de ayer, en la oficina de Gantus. Por esa misma oficina había pasado el gobernador, Francisco Pérez, para avalar la charla.

Había dudas porque el mandatario venía prometiendo el pago desde el día de las elecciones generales. La fecha de cobro se había fijado para el sábado pasado. Pero el viernes al anochecer salió una comunicación oficial en el que se rectificaba la promesa inicial de Pérez: al día posterior cobraban docentes, policías, empleados de la Empresa Provincial de Transporte y del IPV.

Incluso, entre los que deberían haber cobrado había quienes juraban que no habían recibido su emolumento, como por ejemplo los celadores de las escuelas que ayer estaban haciendo públicas sus carencias.

La mañana transcurrió compleja en lo que hace al tránsito. No hubo furia en las calles, pero si algunos piquetes que complicaron el ingreso a la ciudad. En Costanera y Alem estaban los empleados del Hospital Central, en el Corredor del Oeste los trabajadores del ex Cose; en Boulogne Sur Mer y Jorge Newbery estaban los del Hospital Lagomaggiore.

En voz baja, algunos de los dirigentes gremiales decían que era preocupante, aunque legalmente todavía hay plazo para pagar los sueldos. Pero las bases están caldeadas porque la costumbre de pagar el último día hábil del mes, que se instituyó con Julio Cobos y que se mantuvo con Celso Jaque y hasta agosto, para muchos empleados ya es un derecho adquirido.

Entonces, los sindicalistas mostraban los dientes. El titular del SUTE, Adrián Mateluna, juraba que mañana y el jueves habrá asambleas en las escuelas y recordaba que no sólo no habían cobrado celadores y empleados administrativos de la DGE, sino que también se liquidó mal el incentivo docente y los ítems de zona.

ATE también se manifestaba en el ex Cose, otros retenían servicios en distintas dependencias del Estado y prometían continuar con en la mañana de hoy con una concentración en 9 de julio y Colón, en caso que no se normalizaran los pagos.

Ampros también estuvo activo. Temprano por la mañana Isabel del Popolo estuvo en la Subsecretaría de Trabajo con Mauricio Guzmán. Y luego se fue a atender otro conflicto que la organización tiene con el Estado: la situación del microhospital de Puente de Hierro, en Guaymallén (ver aparte).

Cerca de las, 13 el Gobernador  bajó de su oficina en el cuarto piso al segundo, donde tiene la suya el ministro Gantus. Allí ya estaba también el subsecretario Guzmán.

Algunos dirigentes gremiales también se arrimaron. Llegaron Del Popolo y Gladys Velázquez de Ampros, Víctor Dagfal y Federico Lorite de Sitea. Pérez no se quedó todo el tiempo, tampoco el encuentro fue muy largo. Pero bastó para que Guzmán y Gantus asumieran el compromiso de que hoy estarían pagados los sueldos.

Según las escuetas explicaciones oficiales, el Gobierno habría juntado 600 millones de pesos, entre recursos propios y un adelanto de coparticipación federal llegado ayer desde el Gobierno nacional. Con ese dinero se podría hacer frente al pago de los salarios estatales que aún se adeudan.

Lo escueto de las explicaciones alentaba la especulación. Algunos analistas aseguraban que no se  cancelarían todos los salarios estatales y que, como el mes pasado, quedarían sin cobrar los docentes de escuelas privadas con subsidio estatal, algunos organismos que cobran por el aporte del Estado.

Al parecer las versiones tenían cierta verosimilitud y el dinero que se esperaba conseguir por la mañana terminó siendo menos; por eso el Gobierno debió corregir la promesa de la mañana minutos antes de las 18.

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