La decisión de realizar un viaje a Israel está movida por una necesidad espiritual más que por desentrañar un destino. Y si bien puede hacerse durante todo el año siempre se aconsejan las fechas de menos calor y lejanas particularmente a Semana Santa dada la cantidad de fieles que llegan por estos días.
Si bien hay empresas específicas dedicadas al turismo religioso que emprenden viajes por al menos 20 días con guía y un párroco, muchos viajeros prefieren contratar los servicios in situ, aunque no es lo más recomendado para todo el viaje ya que la diversidad de ofertas puede marear a más de uno.
Recorrer los principales escenarios bíblicos, los atractivos israelitas como los centros de peregrinación de las tres religiones monoteístas son agenda de todo periplo a Tierra Santa.
El primer paso seguramente lleve a Jerusalén. Desde el Aeropuerto Internacional Ben Gurión de Tel Aviv, hay unos 30 kilómetros de trayecto, que nada se parece a los días en que Jesús los pisó. Los milenios de historia junto a los noveles edificios y carreteras insertan al peregrino en el paisaje actual.
Como es sabido, Jerusalén es un lugar sagrado, añorado tanto por el cristianismo, el judaísmo, y el Islam, por tanto la fe verdaderamente se experimenta, por más vendedores en las calles y cambios edilicios, como políticos y sociales, que haya sufrido la ciudad. La Ir Ha-Tiká o ciudad vieja atesora gran parte de los relatos de los libros sagrados. El Migdal David -la Torre de David-, los negocios de antigüedades y artesanías de los shuk o socos, las callejuelas atestadas de fieles y la emocionante marcha hacia el Muro de los Lamentos, en el que los religiosos judíos rezan y los visitantes ponen sus deseos en papelitos que insertan en las grietas de la pared, forman parte del trayecto de fe.
El Huerto de Getsemaní, donde Jesús rezó para obtener fuerzas para los días de su pasión y muerte y, según la Biblia, fue luego arrestado, al ser traicionado por Judas, es otro sitio muy venerado. Los antiguos árboles de olivos, continúan creciendo allí incluso hay estudios científicos que aseguran que muchos de ellos pueden ser de aquella época. Los fieles suelen asistir a misa en la Iglesia de las Naciones, para luego recorrer la gruta en la que los discípulos habrían pasado la noche.
La Vía Dolorosa es el camino que recorrió Jesús desde que lo sentenció Poncio Pilatos hasta el Gólgota. Se percibe apabullante de gente, de voces, de ruidos, entonces los creyentes deben realizar una introspección y recordar el paso del Hijo de Dios por esas arterias cargando su cruz, que más tarde fue tomada por obligación por Simón de Cirene a llevar la cruz (Marcos, 15:21). La primera estación está en el Pretorio, donde Pilatos condenó a Jesús y éste tomó la cruz (Marcos, 15:15). Actualmente hay un convento que ocupa una pequeña parte de esta enorme fortaleza. En sus sótanos hay losas antiguas, conocidas según la tradición como Gábbata (Juan, 19:13) o enlosado. Bajo este pavimento hay un gigantesco aljibe construido por Herodes el Grande que seguramente saciaría la sed de los soldados romanos que se burlaron de Jesús (Mateo, 27: 27-31).Le siguen marcadas en el piso las estaciones en la que Jesús se cayó con la cruz. La cuarta estación es donde Simón tomó la cruz. Luego la que indica que Jesús se encuentra con María, la mujer que le limpia el sudor de la frente; Jesús habla a las mujeres de Jerusalén (Lucas, 23:27-30), y por último, las estaciones de la crucifixión y el entierro, situada en la antigua Iglesia del Santo Sepulcro.
También hay que visitar el Monte de los Olivos, en donde se puede observar el cementerio judío más antiguo, que se sigue utilizando incluso hasta el día de hoy entre lápidas de judíos enterrados antes de la época de Cristo. Otro hito a conocer es la estructura denominada Domo de la Roca, que es el punto focal de la Vieja Ciudad. Este lugar fue erigido cerca del 691 A.C., directamente sobre el punto en que la Biblia cuenta que Abraham debía sacrificar a su hijo. Este espléndido ejemplo de arquitectura musulmana, fue construido por Umayyad Khalif Abed el-Malik, donde se encontraba el antiguo Templo Judío. También es un lugar muy sagrado para los musulmanes, ya que se dice que ese fue el lugar del cual el profeta Muhamad ascendió al cielo.
Hay infinidad de tours para contratar en Israel, de habla hispana y también desde las agencias argentinas con todo listo, sólo hay que pensar en el equipaje. Cabe señalar que en la oficina de turismo o por Internet encontrará los senderos auto guiados: El Camino de Jesús, tras las huellas de la Virgen María y el Sendero del Evangelio.
Más para ver y hacer
El Museo de Israel, por ejemplo, contiene los famosos Rollos del Mar Muerto, junto con muchos otros artefactos y objetos históricos. También se recomiendan el museo de la Torre de David (Migdal David), y el museo del Holocausto, llamado Yad Vashem.
Alojamiento, Jerusalén del Oeste, dentro de un área denominada Nahalat Shiva es ideal para alojarse, hay buenos sitios para comer y es seguro. Ideal para disfrutar de las calles tomando café. Otra manera de ver la urbe es recorrer la Avenida Jaffa en las afueras de la Ciudad Vieja.
Afuera de la ciudad pero muy cerca, se encuentra Belén donde nació Jesús, su bella basílica puede conocerse. Nazaret, por su parte es la localidad en la Jesús pasó su infancia ayudando en la carpintería a José. Allí se produjo la Anunciación, por ello en la Basílica que conmemora el encuentro del Arcángel Miguel con la Virgen María se asiste a misa. En la Ciudad Vieja, el mercado presenta una postal sensorial de bullicio y ajetreo que todos quieren atesorar. Nazaret Village es un museo al aire libre, realmente impactante. Con datos del Nuevo Testamento y basándose en estudios arqueológicos actualizados el predio vuelve a la vida una granja y una villa de Galilea, tal y como fueran 2.000 años atrás. En el intento de imaginar otro tiempo, el de la Sagrada Familia, ayudan las casas hechas en las rocas y el olor que despiden las lámparas de aceite, en un sitio ubicado a pocos metros del lugar exacto donde vivieron. La ciudad en la actualidad mixtura escenarios milenarios con la modernidad de edificaciones de diversa índole. Allí hoteles, restaurantes y extensos mercados reciben a los visitantes. Desde la urbe se arriba con facilidad a Caná, donde según el Evangelio, el Nazareno convirtió el agua en vino.
Mar de Galilea. Es un lago de agua dulce, en su costa norte, Jesús realizó gran parte de su ministerio público. Se puede pasear en barcos que son réplicas de uno del Siglo I. visitar Tabgha, donde se produjo el milagro de la multiplicación de los panes, la iglesia de San Pedro y, finalmente Cafarnaúm que junto al Mar de la Galilea, es el lugar donde vivía Pedro y donde fue convocado por su maestro con la misión de ser pescador de hombres.
Sagrada Jerusalén
Las tres grandes religiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo y el Islam, la consideran santa, aunque por razones diferentes. El pueblo judío la señala a través de su extenso trayecto. Para ellos la ciudad es santa en sí. Elegida por Dios en su promesa a David, Jerusalén es el centro mismo de la existencia espiritual y de la continuidad judía.
Durante casi 3.000 años, desde los tiempos del rey David y la construcción del Primer Templo a cargo de su hijo Salomón, Jerusalén fue el foco de las plegarias y la devoción. En Jerusalén también se encuentran los sitios sagrados para el cristianismo relacionados con la vida, los milagros, pasión y muerte de Jesús, y posteriormente con la iglesia apostólica. Ella congrega a los peregrinos en sus lugares santos.
Para los musulmanes, el Monte del Templo es señalado como el santuario más alejado, desde el cual el profeta Mahoma, acompañado por el ángel Gabriel, llevó a cabo la travesía nocturna hacia el Trono de Dios (el Corán, Sura 17:1, Al-Isra).
En la actualidad la Ley de los Santos Lugares asegura el libre acceso a los sitios sagrados para los miembros de los diferentes cultos.
Más datos. www.goisrael.es