Pereg tiene “ideas suicidas permanentes”, según su psiquiatra

“Temí que me pegara un cabezazo”, dijo el profesional que lo atiende en San Felipe.

Pereg tiene “ideas suicidas permanentes”, según su psiquiatra
Pereg tiene “ideas suicidas permanentes”, según su psiquiatra

Luego de que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación "aconsejara" que el israelí Gil Pereg sea internado en un hospital psiquiátrico, sus abogados solicitarán a la Justicia mendocina que sea trasladado al pabellón psiquiátrico de máxima seguridad de la cárcel de Ezeiza, en Buenos Aires.

Para el psiquiatra que lo trata en el penal de San Felipe, Pereg "tiene la ideación de muerte permanentemente" y tras ser bañado (tiene hidrofobia) "mencionó que quiere matarse".

"Anoche no se lo pudo medicar, esta mañana lo vi del mismo modo y temí que me pegara un cabezazo", explicó el médico, sosteniendo que su paciente ha roto el pacto para someterse al tratamiento y por eso "entra en crisis".

Frente a este posible peligro, el médico mostró otra faceta del paciente: su inestabilidad psíquica. "El cambio de estación, dado por el cambio en la luz solar, puede hacer que produzca los brotes psicóticos", detalló el profesional.

Pedido de los defensores

"Vamos a solicitar al juez de Ejecución Juan Manuel González Pina que se cumpla lo que dijo la jueza Nancy Lecek: que Pereg debe estar en una institución adecuada a su patología. Hoy (por ayer) se lo adelantamos verbalmente", explicó a Los Andes Maximiliano Legrand, quien defiende a Pereg junto a sus colegas Lautaro Brachetta y Marcos Segovia.

Legrand detalló que en las próximas horas presentarán un control jurisdiccional ante el juez González Pina, solicitando el traslado al penal de Ezeiza "porque se está incumpliendo una orden judicial". 

El 1 de octubre pasado, la jueza Lecek no hizo lugar a un habeas corpus presentado por la defensa pidiendo la internación en hospital El Sauce, pero indicó "oficiar al Director General del Servicio Penitenciario para que garantice la evaluación periódica del estado de salud psíquico-físico del encartado y, en su caso, se suministre el tratamiento psicológico-psiquiátrico correspondiente; disponiéndose un lugar de alojamiento adecuado a su situación".

Luego solicitó que “se extremen los recaudos necesarios para garantizar el cumplimiento de la medida de resguardo dispuesta sobre la integridad psíquico-física del encartado”.

Para llegar a estas conclusiones, la jueza entrevistó al psiquiatra Marcelo Valente, quien inicialmente sostuvo que Pereg presenta "síntomas psicóticos que ponen en riesgo su integridad física".

En la audiencia ante la jueza, el médico que lo trata habitualmente sostuvo que "tiene la ideación de muerte permanentemente", es decir, ideas suicidas constantes.

Actos con excremento y gritos desgarradores

"El interno ayer estaba en una crisis de excitación psicomotriz, en un estado de mutismo que no respondía y profería gritos ensordecedores, desgarradores. Previo a esto había estado embadurnado en materia fecal, habiendo pintado con ella las paredes y el televisor y destruyó todo", le explicó el psiquiatra a la jueza.

Luego Valente indicó: "Habíamos llegado a un acuerdo en donde él se comprometía a cumplir el tratamiento acordado. Ahora ese tratamiento no se puede cumplir. Había manifestado que se quería matar. Lo higienizaron el día martes y ese mismo día mencionó que quería matarse".

El médico advirtió que el tratamiento adecuado es "con antipsicóticos con monitoreo permanente", algo que no se puede hacer en San Felipe, donde tiene una frecuencia semanal psicológica y psiquiátrica, siendo el único interno que recibe este tipo de atención.

“No se lo puede tratar en el penal”

El psiquiatra Marcelo Valente también dijo que se trata de un tratamiento con inyectables, antipsicóticos y antidepresivos que no puede ser suministrado en San Felipe porque "al tener estas reacciones es imposible suministrarle estos medicamentos; el tratamiento se ve forzadamente interrumpido".

"A mi criterio, en este momento no puede dársele tratamiento en el penal. No están dadas las condiciones hospitalarias porque a un paciente de alto riesgo en una celda, por más que seamos los mismos profesionales, no es la misma atención que se le puede dar en el penal que en un hospital especializado, con una medicación adecuada y control permanente", afirmó el médico.

Los baños: entre la fobia al agua y la enfermedad 

El asunto de la hidrofobia que padecería Gil Pereg no es un tema menor: si lo bañan, se quiere suicidar; pero si no lo bañan, puede enfermarse.

Según explicó el psiquiatra Marcelo Valente, los baños fueron indicados por los médicos clínicos que lo asisten, quienes habían solicitado hace meses la higienización del interno. 

En cuanto a qué tratamiento debe ser sometido el preso israelí, dijo: "Debe ser atendido en equipo. La idea es una estabilización con dosis de antipsicóticos vía parenteral inyectable, con una estabilización y luego evaluarlo y retornar al penal". 

"En la unidad eso no se puede hacer. Se aplica un inyectable de depósito que dura treinta días en sangre. No se puede prever la evolución. Este es el tratamiento indicado ante un brote psicótico", agregó el especialista.

Esto, en teoría, porque "depende de los factores y del cuadro psicótico". "No es lo mismo un paciente tratado en un hospital que un paciente tratado en contextos de encierro", cerró Valente.

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