Tras el hallazgo sin vida de las hermanas israelíes Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54), el fiscal Fernando Guzzo brindó detalles acerca de la investigación que demandó dos semanas de intensos rastrillajes y varios análisis en busca de la verdad. En ese sentido, destacó las contradicciones y la extraña actitud de Gil Pereg (37), el único imputado por los crímenes y el que hizo aquella denuncia por paradero.
Durante los últimos días, Pereg fue la cara visible de una causa que mutó de averiguación paradero a un doble homicidio. El ex militar israelí siempre se mostró conflictivo con la prensa y hasta con los vecinos, que recordaron su comportamiento ermitaño, su falta de higiene y los hábitos excéntricos y violentos, que incluyen el maltrato y la posterior muerte de perros y gatos en su predio de Buena Nueva, frente al cementerio municipal de Guaymallén.
En sus relatos, Pereg fingió una preocupación por el paradero de su madre y su tía. Destacó, según su coartada, que aquel 12 de enero las acompañó en horas de la noche a la parada de micro del colectivo 120, con el fin de regresar a un departamento que las turistas alquilaban en calle España de Ciudad. Sin embargo, con el correr de los días, y con un allanamiento de por medio, sus dichos se vinieron abajo.
"Si bien teníamos sospechas de una laguna en el relato de Pereg, fue bastante inteligente para disfrazar la verdad en las testimoniales y hasta en la denuncia, nunca dejamos de seguirlo y nos mantuvo alerta ante cualquier situación", resaltó el fiscal Fernando Guzzo, tras el hallazgo de los cadáveres.
Teniendo en cuenta que era un obsesivo por la seguridad -Pereg tenía 42 armas y gran cantidad de dinero-, sorprende que no funcionara una cámara de seguridad que estaba frente a su casa, lo que imposibilitó verificar sus dichos sobre la salida de las mujeres hacia la Ciudad de Mendoza. Por último, las restos hemáticos en una bolsa de cemento y en una remera, cuyos cotejos coincidieron con el ADN de las mujeres, fueron cruciales.
Pereg está imputado por los delitos de homicidio agravado por el vínculo en concurso real (en el caso de su madre) y homicidio simple (por su tía). Continuará alojado en la penitenciaría provincial, a la espera de conocerse la mecánica de cómo asesinó a sus dos familiares.
“La necropsia determinará el tiempo de descomposición y, en base a eso, saber cuándo fue el homicidio”, concluyó Guzzo.
