En una audiencia para resolver un hábeas corpus, el israelí Gil Pereg declaró ser un gato y le hizo tres pedidos al juez: que lo lleven a su casa para vivir con sus 37 gatos, o que lo trasladen al zoológico o a su casa de Guaymallén, siempre que sea en compañía de sus mascotas.
"Pereg le dijo al juez que es un gato. Es complejo: dijo 'soy un gato, ustedes pueden creer que estoy loco o no, pero no estoy loco'.
Dijo 'me veo como persona pero soy un gato y me porto como gato y tengo 37 hijos que son los que necesito saber si están bien'", explicó Maximiliano Legrand uno de sus defensores, diagnosticando que su cliente vive una situación de "estrés".
La estrambótica audiencia se realizó ayer por la mañana en uno de los patios del complejo carcelario San Felipe, donde el presunto asesino de su madre y de su tía estuvo hablando con el conjuez penal Federico Martínez durante más de una hora.
Pereg llegó al patio custodiado por tres guardias que de inmediato le quitaron las esposas, tal como se realiza en todas las audiencias.
Luego el acusado contaría que, previo a la reunión, personal penitenciario entró "por la fuerza" y le puso "una inyección", según revelarían sus abogados. Además del juez Martínez estaban presentes los tres abogados defensores Maximiliano Legrand, Lautaro Brachetta y Marcos Segovia - y Eduardo Orellana, jefe de Servicio Penitenciario.
Ahora el conjuez deberá resolver el hábeas corpus antes de este mediodía, aunque se puede tomar un día más. Los abogados le habían solicitado que se ordenara al Servicio Penitenciario que tome recaudos para resguardar la integridad psicofísica del imputado; que se le dé un tratamiento psiquiátrico y que se lo interne en un hospital psiquiátrico.
"Pereg puso énfasis en que siente como que le quema el cuerpo por no tener a sus hijos, es decir su gatos. Dijo que son sus hijos y nadie quiere estar separado de sus hijos", explicó Legrand luego de la reunión.
Y reveló que su cliente le dijo al juez que pasa sus días en su celda sin salir al patio porque siempre anda desnudo y que está medicado con inyecciones y con pastillas; habló de un medicamento: "sertralin" (tal vez Sertralina, un potente antidepresivo y ansiolítico). Con los testimonios, más los informes de psiquiatras y psicólogos que lo tratan en el penal, Martínez deberá decidir si traslada a Pereg a una institución psiquiátrica.