Por Gastón Bustelo - gbustelo@losandes.com.ar
Angustia, desazón y una profunda amargura sintieron los médicos del hospital Luis Lagomaggiore en la tarde del jueves. Es que el director los reunió y les dijo que no iban a poder pagarles el salario correspondiente a noviembre. Muchos no sabían cómo planificar sus gastos porque el ingreso que reciben por ese trabajo es el único que tienen. Alquiler, préstamos, tarjeta, colegios, alimento; nada, no podían planificar nada.
"Son unos malnacidos y el gremio no hace nada", repetían varios de los afectados. No es diferente la situación que vivirán buena parte de los 100 mil estatales que tiene la provincia. Muchos se preocupan porque ven que no le será fácil al gobernador electo, Alfredo Cornejo, ordenar las cuentas y pagar esos salarios. Mientras tanto, seguramente los gremios, ya producido el cambio de gobierno, comenzarán a reclamarle el pago al nuevo mandatario. Pérez actuó sin ningún tipo de culpa por la gente que no cobrará y ni siquiera podrá pensar en planificar los gastos de las fiestas de fin de año. Sólo están tranquilos los estatales y funcionarios que no trabajan y tienen sus negocios en otro lado.
Qué pasó y cuándo en Mendoza para degradar tanto las instituciones y la política. La última transición de un peronista a un radical se dio en 1999, cuando el ex gobernador Arturo Lafalla le puso la banda y le entregó el bastón al actual lobista del grupo Vila, Roberto Iglesias.
El "Mula" recibía no solo la banda, también asumía con la tranquilidad de que su predecesor había dejado pagados los sueldos de noviembre y hasta el aguinaldo. Además, Lafalla recibió la Provincia con una deuda cercana a los U$S 1.000 millones y la entregó con unos U$S 970 millones. Viene al caso recordar que el ex gobernador tuvo que atravesar crisis internacionales y la recesión que golpeaba la economía desde 1998.
Mientras tanto, Pérez y sus funcionarios actúan de una forma particular, pareciera que nada sucede. Costa se mudó al barrio Dalvian, dejando su vivienda del departamento de Godoy Cruz por el que se candidatea como concejal, después de haber intentado ocupar puestos más altos.
Dalvian es una de las empresas abonadas en la lista de deudores del impuesto Inmobiliario que elabora ATM. Deuda que durante la gestión Costa, según consta en las planillas que publica la repartición obligada por la Ley de Responsabilidad Fiscal, no dejó de crecer en el gobierno de Pérez y en la gestión Costa al frente de Hacienda.
Estos meses están demostrando también que hay funcionarios e intendentes que no han estado a la altura de la transición. El radicalismo sigue quejándose porque los funcionarios de Pérez no le muestran bien los números ni colaboran en nada. Desde la comuna de Godoy Cruz han tenido que solucionar el sonido para el acto de asunción porque "no nos ayudan en nada ni nos dan números. Les pedimos a los que prestan el servicio de sonido en actos de la comuna, que lo hagan en el acto de asunción y después se les pagará", cuentan los organizadores cercanos al radicalismo.
Patética también es la transición que se está llevando a cabo en municipios que tendrá que entregar el justicialismo. En Guaymallén no han podido coordinar encuentros el concejal Luis Lobos, imputado por fraude a la administración pública, con el intendente electo Marcelino Iglesias y ha sucedido lo mismo en Luján entre López Puelles y el electo Omar De Marchi.
Este último preocupado, además de las finanzas, por la situación que se vive en el Bajo de Luján, a 200 metros de la plaza principal del departamento. Es que en los últimos años la situación en ese lugar empeoró y el narcotráfico está blindando el lugar, según cuentan los que conocen la zona. Qué hizo Pérez, nada.
Se obsesionó con el Pozo de Godoy Cruz porque estaba en el departamento de su adversario político y descuidó todos los demás lugares. Esta gestión no tuvo políticas sociales, salvo las que se bajaron del Gobierno Nacional.
Haber gobernado así, dejar las comunas en ese estado y sueldos sin pagar, ¿no es una actitud destituyente? Sin dudas esta gente no le hará fácil la vida al próximo gobierno provincial. Es claro que en Mendoza la institucionalidad no existe. Que el concejal de Guaymallén Federico Telera (FIT) haya podido hacer la denuncia contra Lobos y que lo imputen porque recibió un informe del Tribunal de Cuentas "por debajo de la puerta", habla a las claras del retroceso que padecemos.
Pérez logró su lugar en la historia, sin dudas; hasta ahora, será difícil que alguien recuerde su administración como una gestión para destacar. No es raro escuchar por estos días dos palabras que calan hondo entre los funcionarios: "Perdón Jaque". La frase no se usa tanto para valorizar la gestión del malargüino, sino para denostar la administración Pérez, quien se va dejando sueldos impagos, hospitales desfinanciados y sin insumos, deuda a proveedores y colegios cuyos docentes no cobran el salario porque el Gobierno no deposita el dinero. Ese es el Estado de Bienestar que deja Pérez.
Me quedan tres dudas: ¿Cómo nos protegemos los mendocinos para que esto no nos vuela a suceder? ¿Los que generaron esta situación, no tendrán ningún tipo de consecuencias? ¿Se puede actuar con tanta impunidad?