Por qué perdieron Cristina y Pérez

Por qué perdieron Cristina y Pérez
Por qué perdieron Cristina y Pérez

Massa y Cobos

En mi opinión, la Presidente y el Gobernador perdieron -en primer lugar- porque Sergio Tomás Massa y Julio Cobos tuvieron méritos personales, morales y políticos propios que fueron valorados por la gente mayoritariamente.
 
No fue sólo un voto castigo porque cuando lo es, el electorado se expide no a favor de nadie sino en contra del que quiere sancionar. Massa y Cobos fueron elegidos como mejores y así debe entenderse porque lo merecen.

La Presidente Cristina Kirchner

En segundo término, y con relación a Cristina, la gente comenzó a cerrar su ciclo político. La Presidente transformó paulatinamente la democracia, pero con mayor aceleración desde el 54% de 2011, en una plutocracia autoritaria corrupta y mentirosa.

No es el actual un estricto gobierno de quienes eran y son ricos sino peor, de los políticos que se enriquecieron a través del poder en forma obscena.

Cristina y Néstor Kirchner declararon su patrimonio en 2003 en siete millones de pesos y en 2012, lo hizo su cónyuge supérstite en 89 millones. Y así tantos otros, como Boudou, De Vido, Milani, Alperovich, Manzur, y sus allegados y socios Lázaro Báez, Cristóbal López, Rudy Ulloa y varios más, según las amplias investigaciones periodísticas de Lanata, Alconada Mon, Majul, etc.

Este enriquecimiento durante el ejercicio del poder trasunta una corrupción creciente y  supuestos ilícitos que deberán ser investigados judicialmente, existiendo al momento varias denuncias y procesos penales en marcha.

El autoritarismo es notable y se explica por sí mismo: ausencia de república, de instituciones, de adversarios (porque para Cristina se trata de enemigos que junto a los medios independientes son destituyentes), de independencia de los legisladores que cumplen ciegamente las instrucciones de Cristina, de ciertos jueces, de intentos de sometimiento del poder judicial, de implementación de un sistema posmarxista al estilo de Antonio Gramsci, Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, etc. Y la mentira que oculta la realidad e inventa otra que no existe, con el agravante de un Indec que distorsiona todas las estadísticas y de Cristina que en el discurso pos eleccionario dijo sin sonrojarse "nunca les he mentido" en tono de farsa sarcástica indigerible.     

La Presidente olvidó una lección histórica: los autoritarismos, totalitarismos y dictaduras son de plazo fijo, como el comunismo de Rusia, el de China, el del castrismo, el nazismo de Hitler, el fascismo de Mussolini, el franquismo español, el chavismo de Venezuela, el peronismo de Perón hasta 1955 antes de su retorno en 1973, La Revolución Libertadora de 1955, la de Reorganización Nacional de Onganía de 1963, la dictadura de Videla de 1976. Por fuertes, duras o sangrientas que sean, llevan los gérmenes de su destrucción porque son contra natura.

La histórica experiencia argentina de 1930 hasta 1983 fue irrefutablemente testimonial con enseñanzas imperecederas. Reiniciada la democracia no podía ser violada más y por eso el resultado de las elecciones del 11 de agosto de 2013.

Nuestra gente quiere paz, humildad, fraternidad, trabajo, prosperidad, relaciones con el mundo, unión en la diversidad, adversarios no enemigos.

El Papa argentino Francisco, ninguneado como cardenal por este gobierno, Obispo del Fin del Mundo, nos ha iluminado a todos y al mundo y nos enseña, como Cristo, la mansedumbre de esta paz tan apreciada y necesitada.

Cristina perdió por haberse olvidado de la historia y es muy difícil que rectifique su gestión presidencial. Por eso la derrota.

Massa es joven. Nació en abril de 1972, en sus comienzos militó en la UCD y esa formación de centro lo hizo ingresar después en el peronismo, que al principio también fue de centro ("ni yanquis ni marxistas, peronistas") y hoy se presenta como de centro social demócrata y progresista. De ahí que lo que se le imputa a Massa con temor, que se unirá al cristinismo en 2013 ó 2015, se me ocurre ideológicamente incompatible.

El Gobernador Francisco Pérez

Nació en San Salvador de Jujuy en mayo de 1967 y cursó en el Liceo Militar General Espejo. En Mendoza fue designado como ministro de Infraestructura, Vivienda y Transporte en 2007 por el gobernador Celso Jaque y en 2011 ganó las elecciones de Gobernador. Todavía no ha cumplido dos años en el cargo y desde hace un tiempo propicia la reforma de la Constitución de Mendoza para poder ser reelecto en 2015.

 El primer problema que presenta es que se ha declarado "soldado de Cristina". Como egresado del LMGE sabe que un soldado carece de mando y solo debe subordinación a sus superiores "para defender a la Patria". Ha experimentado también que el juramento para Gobernador lo es ante Dios y la Patria, o sólo la Patria si no se es creyente, para cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes.

Jamás se exige subordinación a ningún funcionario y menos, a la Presidencia de la Nación. Ser soldado de Cristina es subordinarse a ella y renegar de que su única obediencia es al orden jurídico, en beneficio del bien común y de los intereses superiores de la Provincia. Y si en algún momento debe optar entre "órdenes" de Cristina o la Constitución y las leyes, debe optar por éstas por mandato y por juramento.
 
Su mandante es el pueblo de Mendoza al cual debe servir. Y casi sin que lo conozcamos, nos presenta una reforma constitucional que no queremos, al menos en la forma que lo propone: para introducir su propia reelección.

La Constitución es sabia: el mandato es por cuatro años sin reelección. Y esto preserva al gobernador porque más tiempo satura y agota al pueblo, además del desgaste propio de la función.

Se aduce que en cuatro años no se puede terminar satisfactoriamente la acción del gobierno. Pues esto es antidemocrático y anti republicano, porque debe existir periodicidad en las funciones y el gobierno del siguiente turno debe continuar la obra buena del antecesor y la rectificación o anulación de la mala.

En menos de dos años transcurridos no podemos apreciar los quilates políticos y de estadista del Gobernador, de modo que pedirnos que aceptemos una reforma es inoportuno y no aceptable.
Parte de este lapso de gestión lo ha utilizado en dos aspectos no positivos, en mi criterio: ha viajado varias veces al exterior y permanentemente a Buenos Aires.

Los primeros deben ser excepcionales y por motivos trascendentes, porque para los asuntos de trámite contamos con un Ministerio de Relaciones Exteriores cuyos embajadores y cónsules tienen como deber específico atender los requerimientos de la Nación y de las provincias que los necesiten. Deben haberse gastado muchos miles de dólares en viajes cuyos resultados ciertos y de gran repercusión no los hemos conocido o al menos, no los conozco.
 
Esos miles o cientos de miles se les pagan a los funcionarios del servicio exterior para que cumplan con las necesidades del país.

Y muchos de los viajes a Buenos Aires, con frecuencias semanales a veces y con los consiguientes viáticos de elevado costo, lo son como "soldado de Cristina" para acudir a sus ya innumerables conferencias por cadena nacional en un abuso desconocido hasta la fecha y con el único fin de reunir a sus "soldados subordinados" para aplaudirla. Desde nuestro hogar si nos satisface escucharla o desde las oficinas de la Casa de Gobierno el mandatario podría escucharla gratis, sin viáticos ni gastos a cargo de los impuestos que pagamos todos los mendocinos.

Señor Gobernador, sé que la Presidente no leerá este trabajo. Pero quizá Ud. sí lo haga. Le ruego que tome a título de colaboración mis palabras, ya que usted y sus funcionarios se deben estar preguntando en qué fallaron para perder las elecciones tan estrepitosamente.

Quizá y se lo digo con todo respeto, pueda transcurrir estos más de dos años que le quedan, rectificando sus conductas equivocadas y también quizá, pueda presentarse nuevamente en las elecciones de 2019, dada su juventud, como candidato a Gobernador con posible éxito, ya que nos ha demostrado hasta ahora algo fundamental, que es honesto, y hasta 2015 nos pueda demostrar que es también capaz para cumplir con nosotros, sus mandantes.

Le aclaro que soy políticamente independiente, carezco de ambiciones y solo actué en mi ya extensa vida, como funcionario del ilustre y honesto Gobernador Don Francisco J. Gabrielli desde 1963.

Las opiniones vertidas en este espacio, no necesariamente coinciden con la línea editorial de Diario Los Andes.

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