Una mujer británica padeció por más de una década estreñimientos y calambres abdominales tan severos que la gente pensó que estaba embarazada.
Kayleigh Henning sufría una enfermedad por la que sólo podía ir al baño una vez a la semana, lo que la dejaba tan hinchada que sus conocidos creían en un embarazo. Los análisis revelaron que la mujer no padecía intestino irritable y su médico sólo le recetaba alimentos con fibra.
Harta por no encontrar solución, ella recurrió a la opinión de su entrenador personal, quien le habló de intolerancias alimentarias.
Finalmente, Kayleigh descubrió que era intolerante a la leche, la clara de huevo, las lentejas, la levadura, el trigo y el gluten. "Fue muy molesto porque todos asumieron que estaba embarazada y no me dejaban en paz. En las noches descubría que no podía controlar la diarrea y eso es bastante vergonzoso", contó la mujer al portal The Mirror.
Kayleigh recordó en la entrevista que padeció esta complicación a su salud desde que fue a la secundaria hasta que se graduó en la Universidad Heriot-Watt, de Edimburgo (Escocia).
Desde que eliminó de su dieta diaria los alimentos desencadenantes de la hinchazón, la mujer tiene movimientos intestinales regulares y sabe que si se entrega a una de sus intolerancias sufrirá las consecuencias.
Pese a que mejoró su estilo de vida, Kayleigh todavía debe ayudar a su esposo Robert, que sufre de síndrome de fatiga crónica y que se enteró de que es intolerante a 30 ingredientes, incluidos los huevos y las frambuesas.