La derrota frente a Racing Club dejó con bronca al mundo xeneize, pero especialmente la polémica de la noche, a raíz del penal sancionado a instancias del asistente mendocino Cristian Navarro, quien le marcó al juez principal Patricio Loustau que Daniel Díaz había tocado el balón con la mano. La acción derivó en la sanción de la falta y la expulsión del defensor, quien salió despedido a reclamar a Navarro.
Igual determinación tuvo Agustín Orión, quien terminó viendo una amarilla por la protesta. Más allá de los reclamos, las imágenes no dejaron margen a la duda: el balón da primero en la mano del catamarqueño antes de pegar en su cabeza. Marche preso.
Un título que merece
El conjunto del Vasco Arruabarrena, más allá de la derrota de anoche, merece el título del cuál está muy cerca. Su justificación está sustentada en el 75 por ciento de eficacia que tiene el equipo, conformado por estrellas, con recambio y con el plus de contar con un crack del nivel de Carlos Tevez.
Anoche, el festejo, debió ser postergado y recién podría darse después de las elecciones presidenciales de la próxima semana, en La Bombonera, ante Tigre.
Aún sin dueño, se presentó la copa
Este es el trofeo que se llevará el ganador del torneo de 30 equipos. A la recta final del campeonato con estas dos fechas que restan por jugar, le faltaba un protagonista principal: el trofeo para el campeón.
La caída de San Lorenzo, el triunfo de Central y la derrota de Boca Juniors postergaron cualquier festejo y la Copa, por ahora, sin dueño, deberá esperar unas semanas.
Ayer fue presentada la Copa del ganador del torneo Julio Humberto Grondona tendrá, como es habitual, una copa especial que surge a partir del diseño ganador en un concurso.
Desde ‘Diseñá una pasión’ apareció Martín Maturana, estudiante de Diseño Industrial en la Universidad de La Plata que ganó la disputa en su décima edición.
El trofeo patrocinado por el principal auspiciante del certamen argentino (Iveco) está basado en un triángulo, aunque tiene el formato de una copa tradicional, según explicó el propio creador del galardón.
Quien llevó a la realidad el boceto fue el reconocido Fernando Poggio, un artista plástico que ganó diferentes distinciones alrededor del mundo.