El próximo fin de semana el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, emprenderán una visita a Cuba en lo que representa la decisión de la administración de Mauricio Macri de acercarse a la isla.
El viaje de ambos estaba planeado desde el año pasado y fue postergado para después de las elecciones de octubre. Coincidirá con el luto cubano, por la caída de un avión mexicano operado por Cubana de Aviación el viernes pasado, en la que murieron 107 personas, entre ellos una pareja de argentinos (ver nota arriba).
Peña y Pompeo mantendrán su agenda de trabajo el lunes 28 y tienen entrevista en principio con el canciller Bruno Rodríguez y con el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca. También podrían verse con el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Salvador Valdés Mesa. Y no se descarta al momento, aunque tampoco se confirma, que los salude el nuevo presidente de Cuba, Miguel Diaz Canel y su antecesor en el cargo, Raúl Castro, hoy primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista.
“Este es un viaje político en donde también abordaremos visiones sobre la región”, explicitó Pompeo, sin querer ampliar qué espacio tendrá Venezuela en esas conversaciones, en las que sí estará presente.
Hoy, precisamente, tendrán lugar las elecciones presidenciales en las que Nicolás Maduro busca ser reelegido. Macri y numerosos gobiernos dijeron que no iban a reconocer el resultado. Los Castro fueron fuertes aliados del chavismo, pero la grave crisis en la producción petrolera venezolana como en toda su economía, también ha golpeado a los cubanos, receptores por años de crudo barato. La isla tiene enorme necesidades, incluso de alimentos, donde los argentinos podrían jugar un gran papel.
Al mismo tiempo, en sintonía con el deshielo que emprendió el ex presidente Barack Obama con La Habana, Macri diferenció su vínculo con La Habana, adonde se propuso viajar. En su momento fue la ex canciller Susana Malcorra quien mantuvo abierto ese canal.
El jueves durante un almuerzo en el quincho de la residencia de Olivos con los embajadores de Latinoamérica y Caribe, pero también con los del G20, Pompeo y Peña buscaron despejar dudas de que sus vínculos están sólo afianzados con los Estados Unidos y que, por el contrario buscan mantener una política de “amplios intereses”,
El jueves, un funcionario de la Casa Rosada había señalado que buscaban “dialogar sobre la relación histórica bilateral y los desafíos que tenemos por delante”, cuando los periodistas se interesaron en si se va a conversar en La Habana sobre una vieja deuda de Cuba con Argentina por un préstamo concedido por el ex ministro de economía de Héctor Cámpora a los cubanos para que compraran tractores, automotores y maquinaria agrícola argentina, y que hoy estaría en el orden de los U$S 2.000 millones.
Embajador nuevo
Para mostrar la relación que busca tener Macri con Cuba, vale señalar también el gobierno no dejó pasar ni meses desde que el embajador Ernesto Pfriter anunciara su jubilación y vuelta a Buenos Aires de su misión en La Habana. Rápidamente buscaron reemplazante. Y será paradójicamente un diplomático de carrera de altos vínculos peronistas-kirchneristas como Javier Figueroa, cuyo decreto ya fue anunciado en el Boletín Oficial esta semana.
