Un jurado federal estadounidense condenó a la pena capital a Dzhokhar Tsarnaev por los atentados de la maratón de Boston de 2013 que dejaron 3 muertos y 264 heridos, desestimando los argumentos de la defensa por salvar la vida del joven de 21 años.
La sentencia contra este musulmán de origen checheno, nacionalizado estadounidense, se dio a conocer tras 14 horas de deliberaciones en las cuales el jurado halló a Tsarnaev culpable de seis de los 17 cargos pasibles de la pena capital.
El mismo jurado de 12 personas había hallado culpable a Tsarnaev el pasado 8 de abril de los 30 cargos que se le imputaban por el peor ataque en suelo estadounidense desde el 11 de setiembre de 2001.
La sala de audiencia de los tribunales federales de la capital de Massachusetts (noreste), presidida por el juez George O'Toole, se encontraba en absoluto silencio durante la lectura del veredicto.
Mientras la acusación describió al joven como un “terrorista sin remordimientos que merece morir”, la defensa lo pintó como un “niño perdido”, manipulado por su hermano mayor radicalizado, Tamerlan, de 26 años en el momento de los hechos, y con quien colocó las bombas caseras que estallaron cerca de la meta del concurrido maratón.
Tamerlan fue abatido por la policía días después del ataque cuando ambos intentaban huir de Boston.
Venganza por la guerra de Irak
Durante el proceso que duró más de dos meses y medio, el fiscal federal adjunto, Steve Mellin, afirmó que ambos hermanos tuvieron el mismo nivel de implicación en el atentado, y recordó el mensaje que Dzhokhar había pintado en el bote en el que fue hallado pocos días después de los atentados, explicando el ataque como una venganza por las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
“Ningún remordimiento, ninguna disculpa. Son las palabras de un terrorista convencido que hizo lo correcto. Creyó justificado matar, mutilar y herir de gravedad a inocentes, hombres, mujeres y niños”, sostuvo la fiscalía. Ninguna persona ha sido ejecutada en el Estado de Massachusetts desde 1947.
Desde que se volvió a aplicar la pena capital a nivel federal en 1988, 79 individuos fueron condenados aunque apenas tres han sido ejecutados, según el Centro de Información de la Pena de Muerte.