Fue dispar el arranque del trabajo en las peluquerías tras más de cuarenta días de inactividad. Mientras algunos locales no tuvieron mayores inconvenientes en reactivar tijeras, peines y navajas, otros utilizaron el primer día para adaptarse a las nuevas medidas de higiene y seguridad personal ante el enemigo invisible que podría estar acechando en cualquier lugar.
La mayoría de los peluqueros consultados coincide en que se deben mantener las condiciones de higiene, según marca el protocolo, con el objetivo de minimizar riesgos para "cuidar al cliente y cuidarse uno".
"Eran más grandes las ganas de abrir que los obstáculos que se nos están presentado, de todas maneras, este primer día prácticamente fue normal, salvo las medidas de seguridad de acuerdo al cumplimiento del protocolo", comentó Daniel Codorniú, estilista de Godoy Cruz.
El joven explicó que acostumbrarse a las medidas va a llevar un tiempo, "especialmente porque trabajamos con las manos, en contacto directo con la persona. Y el hecho de hacerlo con guantes, puede ser un limitante a la hora de tocar el pelo de una clienta. O adelante de tus ojos tenés una pantalla plástica, que en ciertas ocasiones puede generar alguna diferencia, especialmente a la hora de observar una tintura".
Facundo Giménez tiene una barbería y peluquería masculina en San Martín, y explicó: "hemos cumplido con todo lo que nos dice el protocolo: desinfectamos espejos, sillones, nuestras herramientas de trabajo, después de todo así es como se debe trabajar...y más en estos tiempos, porque nosotros también debemos cuidar a nuestras familias".
El peluquero, propietario del local Faca, aseguró que estas tareas previas y posteriores a la atención de la clientela les lleva bastante tiempo. "Si bien nosotros, en San Martín, comenzamos hace unos días a trabajar, hemos notado que hasta el momento, por el procedimiento de desinfección y todo lo demás que establece el protocolo, demoramos entre 40 minutos y una hora entre cliente y cliente. Antes demorábamos la mitad". Por otra parte, comentó que antes trabajaban con 7 espejos y hoy, por un tema distancia, solo deben tener 3 en actividad simultánea.
En este sentido, Leo Fernández, que tiene una cadena de peluquerías en el Centro,Leo Cut, junto a su socio, también Leo, asegura que se verá resentida a la mitad el número de clientes que podrán atender en un día."Estimamos que atenderemos entre 3 ó 4 clientas por jornada, calculando 3 horas de atención cada una. Tendremos que adaptarnos al nuevo sistema de trabajo que impone la pandemia".
El profesional contó que ayer no abrió al público porque dedicó la jornada a capacitar al personal. "Mañana (por hoy) empezamos realmente con la atención de clientes. Previamente nos asesoramos cómo están trabajando nuestros colegas de otras partes del mundo, con la intención de mantener la calidad de atención". Señaló que utilizan distintos tipos de desinfectantes, entre ellos el amonio cuaternario, alcohol y alcohol en gel, según el caso.
Daniel Codorniú, advirtió que a las nuevas medidas de bioseguridad se añaden otras, relacionadas a los clientes. "Ya no tendremos a algunas señoras que venían a pasar la mañana o la tarde en la peluquería, es una costumbre que irá desapareciendo por ahora".
Atención con turno previo y protocolo
La atención será con turno previo, comprobante que servirá en caso que alguna autoridad lo requiera. De ser posible, hay que acudir al peluquero más cercano a casa para evitar largos viajes. Se mantendrá el orden para asistir de acuerdo a la terminación del número de documento. No se podrá atender a los considerados grupos de riesgo. No podrán tener clientes en espera..Los sillones deberán mantener la distancia mínima de 2 metros. Mantener aireado y ventilado el local. Uso de barbijo, guantes, delantal y en lo posible máscara. Desinfectar antes y después de la atención de cada cliente las herramientas de trabajo y espacio de atención. Evitar el uso del secador de cabello. Tener a disposición del cliente alcohol en gel, o alcohol al 70%. Al ingresar al local los clientes deberán completar la declaración jurada de salud.