Nadie quiso irse del autódromo sin antes saludar, recibir un autógrafo o sacarse una foto con Cáceres.
“Es increíble que la gente me demuestre tanto cariño”, dijo mientras atendía a sus seguidores en un sector de boxes adecuado para la ocasión. “Esto me pone muy contento”, agregó.
Buen gesto del ídolo mendocino que no paró de sonreír.