Ya pasó Navidad... Se acerca Año Nuevo, y los regalos importantes no aparecen por la Bodega.
Está claro. Sebastián Méndez sigue aguardando por buenas noticias, pensando en la temporada que viene y en el armado del futuro plantel.
Espera y ¿desespera? Por ahora el entrenador se encuentra tranquilo y confiando en la muñeca negociadora del presidente José Mansur, a la hora de ir cerrando los nombres que pretende.
Desde la dirigencia estiman que en la próxima semana se irán sellando algunos vínculos, pensando que el lunes 4 de enero el equipo arranca con la pretemporada.
Para todo adiestrador es fundamental contar con las caras nuevas en el inicio de los trabajos, y el Gallego no es la excepción en este sentido.
Una vez que formalizó su vinculación con el Tomba, el técnico se sentó a armar la lista de futbolistas con el máximo conductor de la institución.
Está claro que las charlas no han sido fáciles y las tratativas se complicaron con el transcurrir de los días, tanto por la falta de respuestas de los profesionales (especulan hasta último momento en el mercado de pases) cuanto por las altas cotizaciones que se ponen sobre la mesa.
¿La buena noticia para el Bodeguero? Tiene que ver con que mantiene la estructura del elenco y sólo se fueron Agustín Díaz y Nahuel Zárate. Mientras que es una incógnita la salida de Leandro Fernández, el hombre a ser negociado pero que aún sigue en el club.
Frente a un grupo joven y sin experiencia, la prioridad de Méndez es sumarle seis jugadores (dos por línea) con rodaje y roce en Primera División. Aunque también podría arribar una apuesta a futuro procedente del ascenso. ¿Será Christian Bernardi de Instituto? Veremos.
La realidad es que todo es incertidumbre por calle Balcarce.
Y sí. Pelado de refuerzos.