La penúltima jornada de competencia en la Vuelta de Mendoza fue coronada por un escenario majestuoso. Nuestra etapa Reina, como cada año, se desplegó con una belleza salvaje. Desde los colores monolíticos de la cordillera de los Andes a los esfuerzos sobrenaturales de sus héroes.
El ciclista ecuatoriano Pedro Rodríguez, del Tims-Eagle Bikes, con un tiempo de 3h08’02” cumplió con el recorrido que unió el Valle de Uspallata y el monumento del Cristo Redentor. Un recorrido de 92 kilómetros, de constante ascenso, que sostuvo como campeón virtual al salteño Daniel Díaz (SEP San Juan). Mientras que el “Lobito” Gabriel Brizuela (Municipalidad de Guaymallén), recuperó la malla -blanca y morada- reservada para el mejor mendocino en la General.
En este particular peregrinaje hasta la montaña, lanzado como una liebre para el pelotón que multiplicaba sus fuerzas al ganar altura, Emiliano Ibarra (SEP) fue el gran protagonista. Primero -sobre el asfalto- como integrante del pelotón de 12 fugados, luego -en el sinfín de tierra- como atacante solitario de la inmensidad.
En el primer tramo, que puso en juego las bonificaciones volantes, Ibarra fue acompañado por un coro de camisetas rivales, entre las que podemos destacar las de Jonathan Pastrán (Yaco-Lavalle), Franco Vecchi (Municipalidad de Guaymallén), Marcos González (Maderera López), David Talavera (Municipalidad de Godoy Cruz) e Iván Escudero (Shania).
El corte, que maduró por tesón, se desgranó completamente y en los caracoles el sanrafaelino Rubén Rojas (Maderera López) pulseaba con Ibarra -metro a metro-, pero fueron absorbidos por una segunda línea, que formaban el malla líder Díaz, el “Lobito” Brizuela, el jujeño Gonzalo Najar y el acompasado Pedro Rodríguez (hijo de Pedro Rodríguez, campeón de nuestra Vuelta en 1995).
Hoy, el técnico mendocino Sergio Gili (estratega del SEP) festejará su cuarta corona como DT en “La más argentina de las Vueltas”.
Así gané
“Cuando entre a la zona de tierra blanda, me lo tomé con calma. Era un momento decisivo en la carrera porque había que optar por qué grupo seguir; decidí ir progresando en el ascenso hasta llegar a los puestos de adelante”, explicó el ganador del séptimo parcial de la Vuelta de Mendoza.
“Con el equipo habíamos realizado un gran esfuerzo sobre el asfalto para llegar con posibilidades de disputar los kilómetros finales. Este es el triunfo más importante de mi carrera, es una victoria que fortalece anímicamente para pensar en los desafíos que presentará el futuro cercano”, expresó el ciclista, que también compite en mountain bike.