No es casual que sea Pedro Aznar el plato principal de la 13° edición de la Fiesta de la Cosecha, el espectáculo ya clásico en el calendario vendimial que se llevará a cabo el próximo miércoles en los viñedos del Aeropuerto de Mendoza.
Allí tendrá lugar el concierto “Entrelazados”, donde Aznar y sus músicos se presentarán junto a la Orquesta Filarmónica de Mendoza que, a su vez, estará estrenando director: el maestro Gustavo Fontana. Junto a ellos, Aznar interpretará canciones de su repertorio y se sumará al aire vendimial con la cueca “Remolinos”, del Nolo Tejón.
Los músicos invitados serán el dúo cuyano Oyarzábal-Navarro; María Eugenia Fernández en voz; Raúl Reynoso, Rubén Martínez, Sebastián Narváez y Dalmiro García en guitarras y Quique Öesch en percusión, mientras que todos los arreglos y nuevas composiciones del espectáculo serán obra de Leopoldo “Polo” Martí. El repertorio incluirá estrenos, obras sinfónicas, nuevas versiones y orquestaciones de la música cuyana, argentina y latinoamericana.
Pero no es casual, decíamos, que Aznar participe de la Fiesta de la Cosecha, porque además de su reconocido amor por la música el ex Serú Girán viene desarrollando desde hace años un amor por el oficio de hacer vinos, que lo llevó hace tres años a recibirse de sommelier y cumplir el año pasado, junto al reconocido enólogo Marcelo Peleritti, el sueño de la viña propia en Mendoza: Abremundos, un emprendimiento con sede en Tunuyán que ya posee cuatro tintos en el mercado: Página Uno, Octava Alta, Octava Bassa y Octava Superior.
“Hacer vinos es un arte comparable a hacer música. Implica dedicación, pasión, conocimiento, intuición y paciencia”, nos contó Aznar en conversación a través de correo electrónico desde Chile, donde tuvo una ajetreada semana como presidente del jurado del Festival Viña del Mar
Allí agregó: “Elaborar un corte de vino es un trabajo alquímico, parecido a la composición musical, o a la orquestación. Implica buscar el equilibrio justo, buscar las resonancias más sutiles, que en la música pasan por el timbre, la instrumentación precisa, y en el vino es la paleta que se manifiesta en la nariz y en la boca”.
Consultado acerca de los vinos que recomendaría para acompañar sus últimos trabajos discográficos, el músico sacó lustre a su chapa de sommelier a la vez que describió con orgullo los cortes de sus tintos: “Para ‘Puentes amarillos-Aznar Celebra la música de Spinetta’, recomendaría el Octava Superior, corte de 75% Cabernet Franc, 20% Malbec y 5% Syrah, un vino complejo, amplio en su espectro de aromas y sabores, como la música de Luis.
Para ‘Mil noches y un instante’, concierto unipersonal que manifiesta mis dos grandes rutas musicales, el rock y la música de raíz latinoamericana, el Octava Alta, corte 80% Malbec, 20% Cabernet Franc, un vino vibrante y dinámico. Para ‘Cuando la lluvia te bese los pies’, que es una recopilación de toda mi carrera hasta 2006, el Octava Bassa, Malbec 100%, un vino equilibrado, de fruta madura y generosa, fácil de beber y, a la vez, sólido y elegante”.
Caballo salvaje
Además de presidir el jurado en Viña del Mar, Aznar realizó en su presentación en el festival un homenaje a Gustavo Cerati: "La idea fue inicialmente de la producción del festival, pero enseguida me entusiasmó. Me sentí muy honrado de que pensaran en mí".
Allí, Aznar interpretó con su guitarra y voz la canción “Zona de promesas” mientras la voz de Cerati sonaba a su vez desde una proyección gigante en el fondo del escenario.
Pero no todas son rosas en el Festival más mediático de Latinoamérica. Manejar los frenéticos tiempos de ese “caballo salvaje”, tal como lo llamó el mismo Aznar, era uno de los desafíos con los que el músico argentino sabía de antemano que debería lidiar: “Es un espectáculo pensado desde y hacia la televisión, y maneja esos mismos tiempos y requerimientos.
Pero yo creo que es importante respetar la esencia de lo que uno hace, y saber que hay mucha gente que está esperando calidad y musicalidad, más allá de la masividad impresionante de los 150 millones de espectadores potenciales. Yo prioricé eso, y la gente respondió maravillosamente”.
Con respecto a qué valores destaca en un músico a la hora de ser jurado en un mundo donde la industria se está devorando la calidad artesanal, Aznar aseguró: “Como jurado, todos los que lo conformamos tratamos de ser absolutamente imparciales y respetuosamente críticos de las canciones en competencia.
Cuando a una canción ‘se le notan los hilos’ de la demagogia o el pensamiento estandarizado para lograr el éxito, considero que pierde gracia. Se nota claramente cuando un autor es genuino, y eso suma puntos. No premiamos el potencial comercial, sino la excelencia”.
El ex Serú Girán será parte también este año en Buenos Aires del festival Lollapalooza, que reúne intérpretes de nuestro país y el resto del mundo, en su mayoría bandas nuevas o de reciente éxito.
Acerca de qué material nuevo o de todos los tiempos estuvo escuchando últimamente, Aznar, que también este año estará preparando material con miras a un nuevo lanzamiento discográfico, comentó: “Una banda que me atrapó fue Arcade Fire, grupo que musicalizó la película ‘Her’.
También estuve reoyendo el trabajo de los Faces, con Rod Stewart, de principios de los ‘70. Ahí hay una semilla que después se revisitó varias veces, con los Black Crowes como caso emblemático”.
Para terminar, con respecto al recital del próximo miércoles, que al fin y al cabo se llevará a cabo en una de las provincias donde más tiempo pasa durante el año, el músico expresó: “Vamos a hacer un repertorio especialmente elegido para la ocasión, incluyendo el clásico ‘Remolinos’, junto a la Orquesta Filarmónica de Mendoza, que es un lugar favorito del país para mí desde siempre, y ahora que tengo mi bodega allí, más aún: allí me inspiran el paisaje de la montaña, la amabilidad de la gente, la buena comida, las cuecas y tonadas y las marcadas diferencias de las estaciones. Y, por supuesto, los extraordinarios vinos”.
La ficha
"Entrelazados", Pedro Aznar y Filarmónica de Mendoza
Artistas: Oyarzábal Navarro, María Eugenia Fernández y Polo Martí.
Día: Miércoles 4 de marzo, a las 22.
Lugar: Viñedo del Aeropuerto.
Entradas: Un alimento no perecedero (canje en: La Enoteca, Ministerio de Turismo, Municipalidad de Las Heras, de Guaymallén, de Maipú y La Barraca Mall).
