Según se conoció durante la última semana, la directora de la Unidad Ejecutiva de Seguridad Vial de la provincia, Marisa Garnica, está de vacaciones con su familia (trascendió que en Europa) solo tres meses después de haber asumido.
Recordemos que la funcionaria tomó el cargo en un acto al que asistió el propio ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, a finales de enero.
Lo llamativo es que, hasta el momento y salvo apariciones esporádicas durante la tragedia de la ruta 7 en febrero donde fallecieron 16 personas, la funcionaria no ha tenido intervenciones públicas.
Y ante las cifras trágicas de accidentes que no bajan, desde varios sectores se reclama su presencia y se juzga su accionar.
"El problema es que hay internas políticas que no le permiten trabajar. Además de que no tiene experiencia y que su nombramiento no tenía sentido, habiendo tantos especialistas capacitados. Segundo, porque los recursos que necesita de la provincia no le llegan", opinó Hugo Fiorens, de Voluntarios en Red quien aseguró que pedirán la renuncia de Garnica.
La mujer (esposa del titular del IPV, OmarParisi), trabajó con el vicegobernador Carlos Ciurca antes de asumir su actual cargo. Según los rumores, la falta de apoyo del gobierno a la agencia de Seguridad Vial se debe al desacuerdo político que existe entre el gobernador Francisco Pérez y su vice.
Desde el bloque de diputados radicales pedirán de informes por su accionar. Hector Quevedo, titular de la Bicameral de Seguridad, dijo que hoy elevarán un pedido de informe "para que la remuevan del cargo por irresponsabilidad".
"No sabemos dónde está. Le preguntamos al ministro (de Seguridad) Comperatore y nos dijo que no tenía conocimiento. Tampoco tenemos ningún conocimiento de propuestas en su área", agregó Quevedo.
Los Andes intentó ayer reiteradamente hablar con la funcionaria, pero su celular desvió la llamada hacia la casilla de mensajes.