La fiscalía del Estado de Colorado (oeste de Estados Unidos) anunció hoy que solicitará la pena de muerte contra
James Holmes, acusado de haber matado a 12 personas en un cine de Aurora en julio pasado
, mientras el juez postergó el juicio hasta el año próximo.
“Probablemente llevará años llegar a una resolución sobre el caso contra Holmes”, dijo el juez William Sylvester, mientras en el tribunal muchos dejaban ver su frustración por la noticia.
El juicio, pautado tentativamente para agosto, fue postergado hasta el 3 de febrero de 2014.
Por su parte, el fiscal del condado de Arapahoe, George Brauchler, se había comprometido a consultar a las familias de las víctimas antes de decidir si solicitar la pena de muerte.
En una audiencia preliminar este lunes ante un tribunal de Centennial, ante el cual Holmes deberá ser juzgado, Brauchler declaró que su oficina había recibido a un total de 800 personas -entre sobrevivientes al tiroteo, heridos y familiares de las víctimas- y que él personalmente había hablado con 60 de ellas.
"En virtud de toda la información de que dispongo, es mi intención solicitar que en este caso, para James Eagan Holmes la justicia sea la muerte", declaró Brauchler.
Holmes, de 25 años y presente en la sala, no manifestó emoción alguna al escuchar el anuncio. En cambio Arlene, su madre, se cubrió la cara con las manos mientras su padre, Robert, la consolaba pasándole la mano por su espalda.
El acusado ofreció el miércoles pasado declararse culpable a cambio de evadir la pena capital y aceptar cadena perpetua sin posibilidad de liberación anticipada.
Pero el jueves, la acusación rechazó la proposición de los abogados de Holmes, que irrumpió en una sala de cine de Aurora la noche del estreno del film de Batman "The Dark Knight Rises" y abrió fuego contra el público.
Holmes está acusado de dos cargos de asesinato en primer grado (con deliberación y con extrema indiferencia) por cada una de las 12 personas que murieron en el ataque.
Además, los 70 heridos (58 heridos de bala y 12 heridos en el tumulto) resultaron cada uno en dos cargos de intento de asesinato.
El Estado de Colorado tiene tres prisioneros en el corredor de la muerte, pero no ha ejecutado a nadie desde 1979.
La masacre de Aurora revivió el debate sobre la normativa legal de tenencia de armas en Estados Unidos, que actualmente discute el Congreso, luego de que otro ataque ocurrido el 14 de diciembre en una escuela de Newtown (Connecticut, noreste) dejara 20 niños y seis adultos muertos.