El Consejo de Defensa del Estado de Chile (CDE) anunció que pedirá la anulación del fallo judicial que ordenó la devolución de 4,8 millones de dólares y 24 propiedades a la familia del fallecido dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
El CDE presentará un recurso de casación o de reclamo ante la Corte Suprema para anular el fallo de un tribunal de apelaciones que la semana pasada decidió devolver los fondos y bienes de la familia del exdictador que permanecían requisados desde 2004, cuando estalló el 'Caso Riggs' sobre malversaciones que realizó Pinochet.
En un comunicado difundido ayer, el CDE afirma que la corte de apelaciones incurrió en un “error de hecho” al basar su fallo en que el Estado chileno no había pedido la interrupción de la prescripción del delito cometido por Pinochet dentro del plazo de 10 años que indica la ley chilena.
“En efecto, con fecha 12 de junio de 2008, este Consejo (CDE) presentó escrito manifestándose expresamente la voluntad de formalizar, anunciar y hacer reserva de las acciones civiles que correspondan al Estado de Chile en este proceso, para los fines de impedir precisamente la prescripción civil de las acciones aludidas”, indicó el CDE en la nota.
El llamado 'Caso Riggs' se abrió tras el hallazgo de casi un centenar de cuentas secretas en el Riggs Bank de Washington y otras entidades bancarias, en las que, con complicidad de su familia, Pinochet ocultó casi 20 millones de dólares a través de intrincadas maniobras financieras.
El CDE arguye que tras el fallecimiento de Pinochet, se incluyó en el escrito “a los terceros civilmente responsables, entre ellos, la sucesión de Augusto Pinochet Ugarte, a la cónyuge sobreviviente y a cada uno de sus hijos”. El monto que el Estado debe devolver a los herederos del exdictador chileno incluye también una cantidad de 124,5 millones de pesos chilenos (equivalentes a 187.317 dólares), tres vehículos y siete instrumentos bancarios.
Por este caso, el exdictador fue desaforado en su calidad de expresidente y alcanzó a estar algunas semanas bajo arresto domiciliario, antes de que fuera sobreseído tras su muerte por un infarto en 2006, a los 91 años.
Le sobrevive su viuda Lucía Hiriart, de 94 años, y sus cinco hijos, quienes también fueron absueltos.