El cielo de Suzuka fue testigo de un hecho histórico. No sólo porque vio en lo más alto al nuevo campeón del campeonato Mundial de Turismo (WTCC), sino porque este título llegó para quedar marcado en la historia. Su hacedor, el cordobés José María López, cortó una doble racha negativa, que perduraba desde los tiempos de dos grandes del automovilismo como Juan Manuel Fangio y el brasileño Ayrton Senna. ¿De qué se trata?
Racha negativa. Pechito es el primer argentino en consagrarse campeón mundial en una competencia de automovilismo fiscalizada por la Federación Internacional de Automovilismo desde que el Chueco de Balcarce obtuviera su quinta y última corona en la Fórmula 1, allá por el lejano 1957. Fueron 47 años de sequía, que ya pasaron a ser parte de la historia.
Racha latinoamericana. Pero el título del cordobés, de 31 años, también va a quedar en los libros de historia por otra racha negativa que se rompe. Es que el nacido en Río Tercero se convirtió en el primer piloto latinoamericano en conseguir un campeonato mundial luego del tricampeonato de Fórmula 1 de Senna, quien lo completó en 1991. Aparte, López llegó a la gloria justamente en el circuito japonés donde el brasileño alcanzó su último reinado con el McLaren.
Elogiado por el Lole. De 31 años y con 23 en las pistas, Pechito se tomó cierta revancha después de no haber podido desembarcar en la máxima. "Es un desperdicio", había dicho Carlos Reutemann (ex subcampeón de Fórmula 1) cuando, en 2010, un fallido ingreso a la Fórmula 1 lo obligó a regresar a la Argentina para luego coronarse en TC 2000, TRV6 y Súper TC 2000.
Atrás quedan muchas temporadas de lucha y sacrificio. López es campeón y Argentina lo festeja.
