Cristian Pavón, el joven de 19 años nacido en Anisacate, es el gran prtoagonistas de las portadas deportivas. El “Kichán”, como lo apodaron sus compañeros de Talleres, se convirtió en el verdugo de River al haber abierto el Superclásico con su gol.
Y mientras la mayoría intenta recabar en su pasado para conocerlo más intimamente, fue su representante Fernando Hidalgo quien hizo su aporte revelando un sorprendente dato. “Lo habíamos ofrecido a River pero no se dio y terminó en Talleres. Fue en la época de Passarella”, contó . Y agregó: “Al año siguiente, Angelici se empezó a interesar en el jugador”.
Luego, el agente pasó a referirse a lo que fue la celebración de gol que le dedicó a su hijo: “No sabía nada del festejo de Pavón. Me pareció raro. Y mi hijo me dice, 'le tenés que dar una camioneta'... Ahora mi hijo le va a tener que prestar el auto, no le queda otra”.
El festejo fue un gesto hacia la platea de un volante. “Hice una apuesta con el hijo de mi representante. Si anotaba un gol me prestaba el BMW por un mes. Así que ahora tengo coche prestado nuevo”, comentó el goleador tras el final del partido.
Para cerrar, Hidalgo se refirió a otro de sus representados, Ariel Rojas, y también cayó sobre la entidad de Núñez: “El último WhatsApp que tengo de Francescoli fue en marzo diciendo que las negociaciones estaban terminadas. No hay interés de River por renovarle, sino no hubiesen terminado las negociaciones”.
Cerca de sus "compañeros"
Todos los flashes y todas las cámaras del domingo fueron con Cristian Pavón, el impensado héroe del Superclásico, que ingresó en el segundo tiempo y consiguió el primer gol en el triunfo 2 a 0 sobre River.
El pibe, llegado de Colón de Santa Fe, estuvo ayer en la platea de La Bombonera para seguir el partido de Reserva, junto a Diego Cagna, ex jugador de Boca, el tenista Juan Martín del Potro y el Vasco Arruabarrena, en el que jugaron varios de los que hasta hace poco fueron sus compañeros.