A los 32 años, Paula Pareto ratificó una vez más que su vigencia es increíble después de tantos logros conseguidos en los mejores torneos de judo del planeta.
La Peque conquistó la medalla de bronce en el Mundial disputado en Bakú, Azerbaiyán, al derrotar en el repechaje de los 48 kilos a la portuguesa Catarina Costa por la vía del ippon, ya que sumó dos Waza-ari con una técnica similar.
De esta manera, la argentina completó los tres metales del podio mundialista, ya que había sido subcampeona en 2014 y campeona en 2015. "Vengo peleando mucho y entrenándome un montón para lograr esto, en el medio de mi trabajo en el hospital y algunas lesiones", declaró la médica.
"Son muchas las cosas que arrastro y que sumarían para decir que 'hasta acá llegamos'. Sin embargo, volver a estar en un podio es una alegría y sorpresa", contó sobre lo difícil de compatibilizar su carrera de médica con el deporte de alto rendimiento.
Con un calendario en el que se le vienen tres torneos en el corto plazo, de cara a la clasificación olímpica para Tokio 2020, Pareto confesó que la competición le trae problemas a su vida diaria.
"No es fácil entrenarme cinco horas. Se complica, pero se puede. Hoy me demostré a mí misma que vale la pena", sentenció.
La Peque había arrancado con todo en el torneo de la capital de Azerbaiyán con cuatro victorias también por ippon. Derrotó a la nacida en Malawi Harriet Bonface, luego a la rusa Irina Dolgova, a la local Aisha Gurbanli y a la eslovena Marusa Stangar.
Así se ganó el derecho de pelear en semifinales ante la prodigio de la actualidad, la joven ucraniana Daria Bilodid, que con sólo 17 años es la campeona europea y arrastraba 27 victorias consecutivas en Torneos de la Federación Internacional de Judo.
En un combate ajustado, la argentina cayó por un Waza-ari y luego Bilodid se convirtió en la campeona más joven de la historia, al superar a la japonesa Funa Tonaki en la final. O sea que la ucraniana se consagró tras vencer a la campeona olímpica y a la campeona mundial. Una bestial del tatami.
Bilodid le quitó la marca a la legendaria Ryoko Tani, la japonesa campeona mundial a los 18 años, la primera judoca en competir en cinco Juegos Olímpicos (Barcelona 1992, Atlanta 1996, Sidney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008) y la única que se llevó una medalla en cada ocasión.
En tanto, la argentina Keisy Perafan cayó en su debut ante la coreana Yujeong Kang.