La superficialidad de las prácticas culturales, llega a límites insospechados. Los sabemos: el ‘universo hippie chic’ es la vertiente cool para la sinrazón y la pavada que también pulula, con aires más populares, en todos los medios. Ayer teníamos a la agitadora de tribunas Vicky Xipolitakis, mostrando su lomazo mientras portaba una bandera estadounidense.
¿Objetivo? Teóricamente: mostrarse rebeldona y provocadora de las normas establecidas. Nuestra inefable griega es la versión popular de la revuelta. Pero hay otras chicas, que dicen pararse en las antípodas ideológicas de Xipolitakis con sus consignas. El problema es que dicen -y hacen- exactamente lo mismo, pero con más ‘glam’.
En esta versión tenemos a la modelo Paula Brindisi, que generó revuelo cuando en marzo pasado caminó desnuda por las calles de Buenos Aires. La ‘osadía’ es parte de lo que ella, y unos cuantos hipsters, consideran un proyecto de ‘urbanudismo’. El objetivo de esa ‘revolucionaria’ idea (casi un paradigma que roza al mítico ‘orinal’ de Duchamp) fue captar las reacciones de la gente que iba por la calle, cuando veía a Brindisi y su amiga Itania Tagliani, paseando en bolas por Boedo.
La movidita (que incluso llaman ‘performance’; porque, viste, todo ahora es cuestión de títulares) se materializó en un ‘ensayo fotográfico. Y llamó tanto la atención del mundo (¡de cuánta profundidad artística están imbuidos los medios internacionales!) que ahora se convirtieron en noticia en el diario inglés Daily Mirror.
“Modelo se desnudó y caminó por las calles de una ciudad para captar las reacciones de las personas para un proyecto de arte”, tituló el sitio de noticias. Paula va por más y, a través de las redes sociales, está convocando a un desnudo masivo. ¡Una groooosaaa!
