Con la colaboración de los licenciados Juan Pablo Aguilar y Vanina V. Terraza (Incihusa, UNCuyo) proseguimos investigaciones arqueológicas en el abrigo rocoso que denominamos Paso de los Paramillos I, Las Heras (Bárcena, 1989, 1991, 1998, 2001).
Se trata de un alero cuya saliente en visera, así como la concavidad interna, apenas se perciben hoy, dadas las modificaciones de esta pared rocosa de la Sierra de Uspallata, parte de la precordillera de Mendoza, San Juan y La Rioja (unos 3500 msm de altitud máxima en Mendoza).
Esas modificaciones son tanto por causas naturales, con consecuencias como desprendimientos, derrumbes y aportes de sedimentos, como por la propia acción humana que contribuyó asimismo en la formación de los estratos que hoy colman el lugar.
Sito en la bajada de los Paramillos, al oeste de la conocida "Cruz de Paramillos", este sitio del ambiente puneño de la vertiente oriental de la precordillera, a unos 2.700 msm, nos ofreció vestigios en superficie que reconocimos en su momento como propios de la movilidad humana por la quebrada.
Ésta, desde antaño, es el paso obligado al y desde el valle de Uspallata cuando se pretende salvar el macizo desde y hacia Villavicencio y la ciudad de Mendoza, por citar sectores hoy fácilmente ubicables.
El actualmente revaluado paso por Villavicencio, ruta provincial 52, con su paisaje e hitos significativos, es frecuentado por mendocinos y turistas.
A la labor institucional oficial, responsable de mantener la vía transitable, se suma el cada vez mayor conocimiento científico del sector, debido a investigaciones multidisciplinarias y, entre otros aportes destacables, la condición, en buena parte del trayecto, de reserva natural y de sitio Ramsar, por iniciativa empresarial privada, sustentada científicamente.
Igualmente, otros aportes privados tienen relación con la atención de visitantes en el área, como la relacionada con la histórica explotación minera.
Nosotros mismos, como integrantes del Proyecto Apoyo Tecnológico al Sector Turismo (Asetur), del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (Ministerio de Ciencia de la Nación), del Incihusa e Ianigla del CCT-Conicet Mendoza, con la participación de la Municipalidad de Las Heras, consideramos completar nuestros estudios en el abrigo de Paso de los Paramillos como un aporte más al conocimiento histórico/prehistórico del área.
Y así también como a la transferencia que los objetivos del proyecto permiten ("poner en valor la ruta provincial 52 de alto significado geológico, biológico, histórico, arqueológico y paisajístico de la provincia de Mendoza a través de la sistematización de conocimiento científico" -Comité Divulgación Incihusa, Noticias CCT-Conicet Mendoza, 26/3/18)-.
Adentrarse en las crónicas sobre el paso por esta parte de la precordillera conlleva lecturas de interés. Viajeros de todas las épocas lo describen, como los de la primera mitad del siglo XIX, o bien lo apreciamos en mapas, como uno muy particular del siglo XVIII, que denota el paso de los Andes partiendo desde la ciudad de Mendoza.
No es menor tampoco el hecho de que en un sector próximo al abrigo se recuerde el paso y los estudios de Charles Darwin en la zona, con una placa renovada por el Conicet y originalmente dispuesta por la UNCuyo. Igualmente toma un cariz particular el área en relación con el paso de la columna sanmartiniana, luego de la bifurcación de las dos principales formaciones del Ejército Libertador.
Reconocimos el abrigo como lugar de habitación temporal, pasando a registrar, con las excavaciones y los estudios arqueológicos de laboratorio, niveles superiores que denotaban tiempos cercanos a nosotros, con materiales propios de la movilidad conexa con la actividad minera del sector, incluidos recortes de papel con vestigios de texto en inglés.
Por debajo sigue un potente estrato con evidencias de ocupaciones sucesivas, probablemente estacionales, de primavera a otoño, que corresponde a una época de alrededor del 1400 d.C. y ofreció indicios de actividades de caza y recolección (materiales líticos como puntas de proyectil y desechos de talla, óseos como huesos de camélidos, valvas de moluscos de río, cáscaras de huevos de ñandú, entre otros), incluido un consolidado y claro piso de ocupación.
La cronología de este nivel de ocupación humana se logró no sólo por la tipología de los materiales sino por las dataciones radiocarbónicas y las de termoluminiscencia. En este caso sobre fragmentos de cerámica gris y marrón, propia de estos grupos alfareros, con toda probabilidad también agricultores en su hábitat más permanente.
Otros niveles de ocupación, más profundos, ofrecieron, entre otros, material lítico, especialmente de puntas sobre hojas, que sin duda señalaban a cazadores recolectores del Holoceno medio o aún anteriores, cuya cronología por C14 los ubicó hacia el 5000 a.C.
Estos datos de nuestras precedentes excavaciones, los afianzamos con las de la presente temporada de campo, de verano-otoño, reconociendo la secuencia estratigráfica, ampliando los sondeos hacia el talud en pos de niveles más antiguos y logrando registrar una ocupación intermedia, con artefactos sobre hojas pequeñas, restos de huesos de camélidos y de cáscaras de huevos de ñandú, que, entre otros materiales, denuncian el uso del abrigo por un grupo humano, por ahora sin indicios de cerámica, cuya cronología por datación de C14 (carbono 14)los coloca con seguridad en el lapso de las tres primeras centurias de la Era.
Podemos adelantar que en el próximo verano proseguiremos los trabajos de campo, completando este estudio de un sitio de ocupación prehistórica estratégicamente ubicado en una vía de comunicación entre las dos vertientes de la precordillera.
Seguramente los materiales de sus ocupaciones prehistóricas se relacionan con los de otros sitios, aleros rocosos que estudiamos en el ámbito de Uspallata/Tambillos/Yalguaraz, como asimismo con los registrados por colegas, que investigaron abrigos de sectores próximos a Paso de los Paramillos I.
Hoy los hatos de guanacos transitan por un sendero a la vera de este abrigo, señalando con toda probabilidad uno de sus derroteros de todos los tiempos, siendo emotivo verlos recuperar su ámbito ancestral merced, en este caso, a las medidas de protección de la fauna autóctona, por parte de los profesionales de la reserva natural cercana.
Referencias
Antecedentes que fueron considerados
1989. Bárcena, J. Roberto. Los progresos de las tareas arqueológicas en Uspallata. Los Andes, 2 de enero.
1991. La protección del patrimonio arqueológico. Programa Provincial de Montaña. Subsecretaría de Deportes. Gobierno de Mendoza.
1997. Arqueología de Mendoza. Las dataciones absolutas y sus alcances. Serie Manuales, N° 19. Ediunc. Mendoza
2001. Prehistoria del Centro-oeste argentino. En: E.E.Berberián y A.E. Nielsen (edit.), Historia Argentina Prehispánica, t. II. Edit. Brujas. Córdoba.