Un hijo de mendocinos es ahora el “rey” del cubo mágico

Patrick Ponce tiene 15 años y es hijo de dos mendocinos que viven en Estados Unidos. Recientemente logró el récord mundial de armado del cubo de Rubik, conocido como cubo mágico, en menos de 5 segundos.

Un hijo de mendocinos es ahora el “rey” del cubo mágico

Patrick Ponce (15) es hijo de dos mendocinos que viven en Estados Unidos y logró el récord mundial en el armado del cubo de Rubik, más conocido como cubo mágico. En menos de 5 segundos cada cara tenía un color unificado, más específicamente en 4,69 segundos.Gracias a ese tiempo superó el más veloz hasta ahora que había sido de 4,73 segundos. 

"No creo que vaya a poder superar mi propia marca", aseguró a Los Andes el joven. "Es muy difícil, es una cuestión de suerte que te toque una mezcla fácil".

Participó el sábado pasado de una competencia que él mismo calificó como pequeña, de la que también fueron parte 104 cubistas más.

Se realizó en Virginia, a 4 horas de Nueva Jersey, Estados Unidos, donde nació y vive actualmente con su familia.

Contando esta última, Patrick ha participado de 40 competiciones y ha logrado armarlo 1.694 veces, según detalla la Asociación Mundial del Cubo. Esta entidad es además la organizadora de estas competencias.

Un video muestra que la velocidad con la que lo arma es tal que casi no puede seguirse. Lo estudia un momento y luego mueve sus dedos con una increíble agilidad.

Parece quedarse un instante algo estupefacto hasta que la gente comienza a acercarse para aplaudirlo. Él mismo reconoció que quedó un momento en shock porque como tenía un cronómetro y conocía el récord anterior se dio cuenta de lo que había logrado.

Su mamá, Marcela Ponce, estaba un poco alejada porque asegura que su hijo se pone más nervioso si están ellos con la cámara  alrededor. Dijo que fue tan rápido que sólo tuvo tiempo de levantarse. “Fueron 4 segundos,  entre que me paré porque lo llamaron ya lo había hecho. Cuando gritaron 'world récord' me imaginé que era él”, relató.

“Soy muy llorona así que lo que hice fue abrazarme a mi esposo y llorar; fue una emoción muy grande, no podía acercarme, estaba rodeado de gente, el estaba como en shock, muy feliz y muy emocionado”, recordó.

Desde Villa Nueva

La familia es oriunda de Villa Nueva, Guaymallén y se trasladaron al país del Norte en 2000.

A los 10 años Patrick quedó sorprendido cuando una prima suya lo visitó desde Canadá y le mostró que podía armar el cubo.

“Yo tenía uno en mi habitación, mi padre lo compró y quedó ahí sin usar porque creí que no se podía armar, pero cuando me lo mostró mi prima me fascinó”, contó el joven.

“La primera vez que lo armé fue en febrero de 2012, pero no sabía de estos torneos de velocidad. Luego de unas semanas encontré un video en internet de alguien armándolo en 5 segundos que me sorprendió y a partir de entonces aprendí métodos más avanzados para bajar mi tiempo”, relató. Siempre con videos que había en las redes ya que asegura que nunca conoció a nadie que pudiera enseñarle.

“Cuando vimos que lo hacía le dijimos que si había alguna competencia, empezamos con una en la que no le fue tan bien pero había alcanzado muy buenos números y estábamos esperando esta oportunidad”, contó su orgullosa mamá.

Empezó a participar de torneos; en setiembre de ese año fue al primero y se dio cuenta de que era un ámbito en el que se sentía muy cómodo, hizo nuevos amigos interesados en lo mismo que él y eso lo atrajo mucho.

Su madre y su padre lo han acompañado en este desafío y han viajado cuando ha sido necesario, incluso a Francia cuando recientemente fue a participar de una competencia mundial. Allí obtuvo el séptimo lugar.

Marcela reconoce que no es fácil ya que deben solventar los costos pero que el último tiempo se ha aliviado ya que Patrick cuenta ahora con dos patrocinadores. Se trata de una empresa fabricante y otra distribuidora de cubos, las que le ayudan a costear los viajes.

Pero alcanzar este nivel requiere de cubos tan veloces como la mente y los dedos del cubista. Es que no son todos iguales según explicó el joven. No podrá alcanzarse tal velocidad con los que se conoce tradicionalmente y de manera masiva que incluso se traban, sino que vienen unos que aunque por fuera se vean iguales  por dentro no lo son.

El que usa  Patrick se llama Valk 3. Marcela contó que practica todo el tiempo para mejorar la agilidad. Va a segundo año del secundario y en época de clases tiene menos margen, pero durante las vacaciones aprovecha para ponerse a punto.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA