Casi siempre es el primero en salir del vestuario, pero no porque le interesen los micrófonos y los flashes; más bien sale en busca del beso de su esposa Rebeca y los mimos de su hija Sienna.
Sin embargo, el reconocimiento es inevitable; hinchas y periodistas lo abordan apenas asoma por la puerta del vestuario. Pasa que Patricio Cucchi, socio mayor de Pablo Palacios Alvarenga, ese paraguayo goleador que lleva 21 tantos en el actual torneo, es uno de los responsables de este gran momento de Gimnasia.
Sin embargo, el siempre hablará “del equipo”, por encima de las virtudes propias. Sin perder la calma, avisa que la obligación es del mensana y, tal como piden los hinchas, pide un último esfuerzo.
-Se levantaron a tiempo tras dos mazazos casi definitivos...
-Sin dudas. Hicimos un gran partido en San Francisco y acá lo cerramos con otro buen rendimiento. Nos dolió mucho lo que pasó, pero supimos encontrar la forma de recuperar el nivel que se le reconoce a este equipo.
-Las individualidades son claves, pero el rendimiento colectivo es hoy el arma más letal que tiene el Lobo...
-Desde hace varios partidos recuperamos convencimiento, que era algo que nos faltaba. Nos animamos y a partir del encuentro en Madryn, más allá del resultado, empezamos a tener el juego que le gusta al hincha de Gimnasia. Ahora correr el balón y lo cuidamos de otra manera.
-¿Hay obligación para esta definición?
-Estar en otra final es hermoso, pero todavía faltan 180 minutos. Sabemos que va a ser durísimo, pero no se nos puede escapar. Es la segunda vez, venimos de dos finales perdidas y se nos tiene que dar. Estamos obligados por lo que es el club: merecemos estar en otra categoría.
-Te quedaste para sacarte la espina del ascenso perdido ante Mitre...
-Para eso nos quedamos. Además, los que vinieron también llegaron para eso. Estamos cerca y hay que seguir con la misma ambición. Nadie puede relajarse.
-El Lobo recuperó poder ofensivo y orden en su última línea...
-Los delanteros tenemos el rendimiento que tenemos por la defensa; nos da mucha tranquilidad ese orden. Sabemos que podemos arriesgar en el mano a mano sin temor a quedar mal parados. Incluso Pablo Cortizo da una mano grande en ese aspecto. Estamos siempre bien parados y eso nos da calma para atacar siempre.
-En lo personal, volviste a tu mejor nivel...
-Me empecé a sentir cómodo; el cuerpo técnico me brinda su confianza y es fundamental para los buenos rendimientos. Ahora nos quedan los 180 minutos más importantes del año. No podemos fallar.