El papa Francisco celebró ayer la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe en una misa en la que pidió que el futuro de América Latina sea en favor de los pobres.
Patricia Sosa cantó piezas de la “Misa Criolla” del también argentino Ariel Ramírez. La efigie de la Virgen de Guadalupe fue colocada en el parte central de la basílica y la ceremonia se desarrolló en castellano.
También participó el Coro Pontificio de la Capilla Sixtina, se entonó el himno guadalupano y dos villancicos del folclore popular que acompañaron una oración que rezó el pontífice ante miles de fieles.
Una de las oraciones fue en la lengua indígena náhuatl, por ser la misma que la Virgen de Guadalupe habló al indígena mexicano Juan Diego.
El pontífice elogió la “Misa criolla”, una de las primeras misas compuestas en idiomas vernáculos tras las reformas del Concilio Vaticano II. El ya fallecido compositor Ariel Ramírez presentó la Misa Criolla al papa Pablo VI en la misma festividad hace 50 años.