Una incomprensible matanza masiva de perros mantiene asustados y alertas a los vecinos del barrio SUPE, en Godoy Cruz. Ya son 23 los animales que han comido de los señuelos intoxicados, solo uno logró sobrevivir: "Patitas", un can "semidomiciliado".
"Pablito salió a hacer sus cositas cinco minutos. Lo fui a buscar y lo encontré muerto en la puerta de la casa. Sentimos un gran dolor porque hace 18 años lo rescatamos de la calle", relató con mucha tristeza la dueña de una de las mascotas asesinadas.
Afortunadamente, la historia de uno de los intoxicados de cuatro patas tuvo otro final y "Patitas" evitó convertirse en la víctima fatal número 23. Este perro es "semicallejero", es decir, un vecino lo acobija durante las noches, pero, generalmente, durante el día recorre libremente el barrio.
Tras la muerte de 20 mascotas de ese barrio, el envenenador volvió a atacar. Patitas y otros dos canes comieron, aparentemente, carne molido con veneno. Trampas mortales colocadas estratégicamente por un asesino escurridizo.
El tóxico comenzó a actuar en los animales en cuestión de minutos. Los primeros síntomas fueron fuertes temblores y vómitos. En este estado fue encontrado “Patitas”, quien rápidamente fue asistido por una veterinaria que logró salvarle la vida.
Sin embargo, para los otros dos perros la ayuda llegó tarde, el veneno acabó con sus vidas. “Pensé que esto se iba a terminar, pero ya me preocupa bastante la situación”, confesó Augusto Serafín, jefe del Departamento de Control Animal de la Municipalidad de Godoy Cruz.
Piden no descuidar a los perros
Serafín reiteró el pedido a los vecinos de no descuidar a sus mascotas. “Solicitamos que no las saquen sin correa o los dejen solos. Para evitar nuevas víctimas hasta que la Justicia logre identificar al responsable”, agregó el funcionario municipal.
Mientras la investigación avanza, la municipalidad de Godoy Cruz realiza constantes limpiezas en el barrio SUPE con la intención de eliminar posibles alimentos intoxicados.