Javier Pastore empezó a dar claras señales que podrían convertirlo en el socio ideal de Lionel Messi.
Talentoso y movedizo, Pastore fue la figura de Argentina en la victoria 1-0 el martes sobre Uruguay, un resultado que dejó al equipo de Gerardo Martino clasificado para los cuartos de final de la Copa América y con posibilidades de ganar su grupo si doblega el sábado a Jamaica en Viña del Mar.
Cómo opción de pase para la conducción, el mediapunta del París Saint-Germain fue el compañero ideal de Messi y hasta fue el gestor del gol de cabeza que convirtió Agüero en el estadio La Portada. Y no fue un pase cualquiera el que hizo para Pablo Zabaleta cuyo centro derivó en gol. En el inicio de la jugada Pastore se quitó de encima a Maxi Pereira con un caño precioso cuando le pisó el balón de espaldas ese jugador.
“Es importante que mis compañeros me tengan confianza para darme la pelota'', dijo Pastore, de 25 años, quien minimizó su participación en el gol. “Lo importante en el gol fueron el centro de Pablo y el anticipo del Kun a los grandotes”. Además, cuando Messi bajaba su nivel o se distraía discutiendo con rivales, allí estaba Pastore basculando por el centro del cancha hacia adelante, ya sea metiendo carbón a la delantera o abriendo juego hacia los laterales. No solo eso, varias veces bajó para sumarse a la batalla en el medio campo que en su equipo encabezaba Javier Mascherano.
Pastore cumplió con creces al pedido público que antes del partido lanzó Martino, quien volvió a confiar en ese jugador tal como lo hizo Diego Maradona cuando en su función de técnico lo llevó al Mundial de Sudáfrica 2010.
“Lo que le reclamamos a Javier es encontrar la espalda de los rivales, dar el último pase, elegir cuándo hay que lateralizar, elegir cuándo hay que profundizar, que no venga tanto a iniciar porque no hace falta”, fue el pedido del Tata Martino. Fue tanto el protagonismo de Pastore, que por momentos Messi se corrió hacia la banda derecha y dejó al cordobés que se hiciese dueño del equipo.
“Nos gusta la idea de jugar el buen fútbol que nos inculca Martino”, subrayó Pastore, quien en el empate 2-2 ante Paraguay se mostró dócil y no pudo quebrar el cerrojo guaraní.
Cuando ante Uruguay le dejó su lugar a Ever Banega a 10 minutos del final, la salida de Pastore fue acompañada por una ovación de los millares de hinchas argentinos en el estadio La Portada.