Las PASO y una reforma política integral

Las PASO, en caso de aplicarse también para cargos locales en Mendoza, deberían ser el remate final de una serie de modificaciones al sistema político provincial, que mucho pueden beneficiar nuestra reconocida calidad institucional.

Las PASO y una reforma política integral

Uno de los aspectos positivos que dejaron las recientes primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) es el freno impuesto a la idea de reforma de la Constitución, tanto nacional como provincial, que el oficialismo mantuvo con insistencia en los últimos tiempos tras la intención de habilitar, a las apuradas, mecanismos de reelección.

Todo indica que en las elecciones legislativas de octubre se mantendrá la misma tendencia del electorado reflejada en agosto, por lo que, de no mediar algún mecanismo a ejecutar por fuera del marco constitucional, los mandatos de la Presidenta de la Nación y del actual gobernador de Mendoza, vencerán en diciembre de 2015.

Pero las recientes PASO también dejaron como efecto positivo replanteos y evaluaciones en el seno de los partidos locales que llevaron hace pocos días a un grupo de diputados, tanto del kirchnerismo como de distintos sectores de la oposición, a plantear una vez más la propuesta de implementación del sistema de primarias abiertas también para la elección de candidaturas en el orden provincial. En forma atinada, las autoridades de la Cámara de Diputados accedieron al debate solicitado pero recién en noviembre, luego del proceso electoral en marcha.

En general, la reacción de la dirigencia política provincial al pedido de un puñado de legisladores, fue en sintonía con los mismos. Es obvio, no se puede ir en contra de un sistema de reciente aplicación en el país que debe ser puesto a prueba en reiteradas ocasiones para determinar si realmente cumple con su objetivo de dotar a la ciudadanía de mayor poder de decisión a la hora de seleccionar a los candidatos a representarla.

Pero también desde algunas agrupaciones partidarias de la oposición se reclamó que el debate sobre las PASO locales no dejara afuera el de otros aspectos de una reforma política amplia que, por muchos motivos, los mendocinos merecemos.

Más de una vez, en los últimos años, oficialismo y oposición provinciales chocaron por intereses enfrentados. Mientras del lado del partido gobernante se hablaba de una impracticable “reforma institucional” que abarcaba tanto a las leyes políticas como a la norma constitucional, radicales y demócratas principalmente pretendían que, como corresponde, ambas iniciativas recorrieran senderos diferentes. Dichas desinteligencias fueron las que llevaron a la reforma política a una suerte de vía muerta.

Antes de las primarias abiertas se necesitan mecanismos que prioricen el respeto hacia el ciudadano. El sistema de lista única, que coloca punto final a la tradicional “lista sábana”, ya aplicado con éxito en otras provincias, es una eficaz herramienta para neutralizar el influyente y siempre nocivo clientelismo político a la hora de pensar en candidaturas.

El del desdoblamiento de las elecciones, tantas veces reclamado, es otro recurso válido que tiene la democracia para que la gente priorice las propuestas electorales más cercanas y afines, un aspecto de singular importancia ante la influencia de gobiernos que hacen, del presidencialismo fuerte, una tramposa ingeniería con fines electorales.

Por lo tanto, es de esperar que este resurgimiento de ideas renovadoras del funcionamiento del sistema político en la provincia derive en una reforma que siempre quedó postergada por mezquindades y especulaciones.

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