Estos sucesivos “Pasos” pueden interpretarse como el firme andar de nuestra joven pero vigorosa democracia avanzando hacia la consolidación de nuestra forma de gobierno, defendida con la sangre de miles de ciudadanos. También puede entenderse como las sucesivas convocatorias de las Primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), de nuestro sistema político.
Sintéticamente diremos que su innovación más importante radica en la obligatoriedad que impone a todas las agrupaciones políticas de seleccionar a sus candidatos a cargos nacionales y de parlamentarios del Mercosur, mediante elecciones primarias, en forma simultánea en todo el territorio nacional, en un solo acto electivo, con voto secreto y obligatorio.
En 2015 se vota por primera vez con PASO
El procedimiento se puso en práctica en las elecciones presidenciales y legislativas de 2015, cuya finalidad, ya lo hemos dicho, es obligar a que los partidos políticos, elijan a sus candidatos mediante internas abiertas de manera que quien quiera pueda participar, evitando que los postulantes a cargos políticos sean impuestos a dedo por el caudillo o jefe.
Resultados de las elecciones de 2015
Las elecciones presidenciales llevadas a cabo el domingo 25 de octubre, arrojaron un resultado que obligaba a convocar a una segunda vuelta, la que se concretó el 22 de noviembre. El balotaje se aplicó porque ninguna de las fórmulas participantes obtuvo más del 45% de los votos positivos emitidos. Tampoco habían logrado más del 40% de los votos positivos con una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales con respecto al segundo más votado.
Por ello, los contendientes se ubicado en primero y segundo lugar, Daniel Scioli con 37,08% y Mauricio Macri, que alcanzó 34,15%. El resultado de la lid favoreció al binomio Macri y Michetti, ambos del PRO. Creo que no tanto por adhesión a la fórmula, como por rechazo a la figura de Cristina quien, con sus continuos mensajes utilizando la red nacional, había logrado cansar a una mayoría importante de la población.
En cuanto a su candidato, sumiso como un cordero, necesitaba que ganara pero no por méritos propios sino por ella. Le impuso un candidato a vice más pesado que un salvavidas de plomo. En definitiva, ni siquiera la derrota fue de Scioli sino de Cristina.
En cuanto a la provincia de Buenos Aires, luego de casi tres décadas de gobiernos peronistas, triunfó una mujer, por primera vez en la historia de aquel Estado, y lo logró contra una de las principales espadas del régimen. Por su frescura, simpatía y habilidad política, supo conquistar al primer distrito electoral del país.
Quien obtuvo el tercer lugar, en la carrera presidencial, y con excelentes perspectivas para la próxima elección presidencial, fue el ex intendente de Tigre, Sergio Massa, aliado ahora con la progresista Margarita Stolbizer, que obtuvo el 4º lugar en la primera vuelta, con 2,51%. Otro candidato que llamó la atención por la cantidad de sufragios obtenidos, fue el mendocino Nicolás del Caño, que insufló aires nuevos a la anacrónica izquierda del país, habiendo obtenido el tercer lugar en las elecciones presidenciales pasadas, con un módico pero importante 3,43% y una juventud que le permite avizorar un futuro más promisorio. Lamentablemente, ninguno de los dos estuvo a la altura de las expectativas, en las siguientes elecciones. Se eligieron además 130 diputados, 24 senadores y 43 representantes del Parlasur, que no hacen nada, porque el Parlamento del MERCOSUR, no funciona aún.
Nuevas PASO el 13 de agosto de 2017
Finalmente, el 13 de agosto, se repitió por tercera vez el proceso, para seleccionar candidatos para las próxima elecciones nacionales de octubre venidero.
Unas elecciones (me refiero a las del 13-08) que por lo menos en nuestra provincia no despertaron gran interés, con una publicidad deslucida y, lo más grave, carente de propuestas sustentables.
¿Cómo se puede juzgar que un candidato es mejor que otro, si no lo conocemos, ni nunca lo hemos escuchado ni leído algo que él haya escrito?
La apatía podría tener lugar en la falta de discusión previa, en el corto tiempo que la ley acuerda para la propaganda, como así porque el resultado se conocía de antemano.
En cuanto a los resultados, si bien la mayoría se ajustó a lo previsible, hubieron algunos que llamaron la atención por diversos motivos.
Por ejemplo si bien ciertos optimistas auguraban un triunfo holgado de Cristina en la provincia de Buenos Aires, del orden del 40%, la reñida puja que tuvo con el candidato oficialista Bullrich y el triunfo que obtuvo finalmente por un margen pequeñísimo, no alcanza a un uno por ciento.
Pero de este resultado se pueden sacar varias conclusiones a priori. Pese a la vasta difusión que se dio a la corrupción que caracterizó a su gobierno, hay un sector muy importante del pueblo que sigue apoyándola. El triunfo, por otra parte, pertenece exclusivamente a ella, dado que el peronismo presentó varias alternativas e incluso lo hizo por fuera del enmohecido PJ y del más reciente Frente para la Victoria, con una nueva denominación. El triunfo no sólo es atribuible a sus méritos o deméritos sino a la inoperancia de una oposición carente de vigor, muy débil políticamente frente a un rival sin mayores escrúpulos. Los dirigentes más hábiles pertenecen al sexo débil; el primer lugar de lejos para la gobernadora de Buenos Aires; el segundo para la, sin duda, próxima alcaldesa de la Ciudad Autónoma, Lilita Carrió; la tercera, la actual aliada de Massa, la progresista Stolbizer.
Otros resultados que llamaron la atención fueron la derrota sin atenuantes de la familia gobernante de San Luis, los agotados Rodríguez Saá; la resurrección de Carlos Menem en La Rioja, reverdeciendo viejos lauros de caudillo popular que supo ser. El socialismo argentino ha perdido el tren de la historia. Los magros resultados obtenidos e n Santa Fe, importante distrito electoral del país, así lo confirman.
Pero, sin duda, el mayor mérito de la jornada electoral correspondió a la ciudadanía, que hizo un lujo del acto cívico.
Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de Diario Los Andes.