Desde mañana, la Justicia provincial cambiará. Los tribunales lucirán renovados, distintos y la gente, el ciudadano común, cualquiera de nosotros, nos transformaremos en un actor fundamental de casos policiales resonantes. Aquí veremos quiénes pueden participar y cómo serán los juicios por jurados en Mendoza.
Sin demasiadas vueltas ni rodeos, las personas que queden seleccionadas, previo sorteo, definirán el futuro procesal de acusados por graves delitos que contemplan la pena única de prisión perpetua. El jurado decidirá si van a la cárcel durante casi toda su vida o si quedan en libertad.
Varios meses demandó el proceso para llegar a conformar el tribunal que este lunes empezará a resolver la suerte de Alberto Sebastián Petean Pocoví (34), imputado y preso por matar a dos policías y quien será el primero en someterse a esta nueva forma de hacer justicia.
¿Me pueden elegir a mí para ser jurado?
El primer paso es conformar un padrón integrado por todos los ciudadanos argentinos nativos o naturalizados con no menos de cinco años de ciudadanía y que tengan una residencia permanente no inferior a cuatro años en el territorio provincial y de dos años en la circunscripción de la provincia en la que vayan a ejercer como jurados.
Los aspirantes deben tener entre 18 y 75 años, comprender el idioma nacional, saber leer y escribir y contar con el pleno ejercicio de los derechos políticos.
Quedarán exceptuados en esta lista funcionarios, empleados del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal, abogados, escribanos, integrantes de las fuerzas de seguridad y de las penitenciarías, cesanteados o exonerados de la administración pública, profesores universitarios de disciplinas jurídicas o de medicina legal, peritos inscriptos y los que estén sometidos a procesos penales.
Con certificados correspondientes, quedarán excluidos los que no estén en condiciones de salud o limitados en sus capacidades y los incluidos en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos.
Los que pasen estos filtros serán sorteados a través de sus números de documento por la Junta Electoral de la provincia. A los que les toque ejercer la función les llegará al domicilio una comunicación para informarles que forman parte de la lista y que durante un año podrán ser convocados para participar de un juicio.
¿Me pagan por hacerlo?
Los que desarrollen la función serán retribuídos económicamente. Quienes trabajen en relación de dependencia podrán tomarse los días en los que se encuentren afectados a la tarea, y recibirán en sus sueldos este extra por su desempeño en la Justicia. A los independientes o desempleados les pagará el Estado provincial.
Los jurados cobrarán 1.100 pesos por día y, además, se reconocerán gastos de transporte, manutención diaria y se proveerá de refrigerio y comida. Cuando corresponda, el juez debe arbitrar las medidas necesarias para disponer el alojamiento de los miembros del tribunal.
¿Puedo no aceptar la convocatoria?
Ser integrante de un jurado popular es un deber ciudadano, como votar, que no puede eludirse a excepción de que exista una prescripción médica.
En caso de haber sido sorteada y no asistir al debate, la persona en cuestión será investigada por el delito de desobediencia.
Instancias finales
Previo al inicio del juicio, un juez procederá a sortear de la lista anual a 48 miembros, entre los cuales debe existir igual número de mujeres y de varones.
Después de ese paso, se realizarán las excusaciones de los integrantes del jurado y las recusaciones planteadas por las partes (fiscalía, defensa o querella) en contra de alguno de los jurados. La recusaciones pueden ser con causa o sin causa.
Una vez resuelto todo esto, se conforma el tribunal con 12 titulares y cuatro suplentes, a través de un nuevo sorteo. Éste deberá seguir respetando la paridad de género prevista.
La hora de la verdad
Culminado todo el proceso, comienza el juicio con su estructura clásica: el juez, el fiscal que investigó el hecho, el abogado del acusado y el que representa a la familia de la víctima, más el jurado que debe hacer su juramento de compromiso para actuar conforme a la ley.
Luego se presenta el caso, las diferentes hipótesis de las partes, se ofrecen pruebas, declaran testigos y se desarrollan los alegatos, en donde se hacen los pedidos de penas.
Superado esto el jurado pasará a deliberar con total privacidad y uno de sus miembros le comunicará al juez la resolución, para que el magistrado lo anuncie en la sala.
En Mendoza sólo se juzgará de esta manera los delitos con pena única de perpetua, lo cual implica que si el fallo es condenatorio, deberá ser unánime.
Un sólo voto en contra, o sea a favor del sospechoso, hará que el proceso se declare "estancado".
En este caso el juez debe asistir al tribunal para tratar de superar este punto. Si no prospera, se le preguntará al fiscal si desea mantener la acusación. Y si la respuesta es afirmativa se ordenará otro debate con un nuevo jurado.
El juez absolverá si el fiscal no quiere seguir tras el fallo negativo o si el imputado suma un segundo veredicto de inocencia por la misma causa.
El hecho que debutará
En la tarde del 25 de mayo pasado Alberto Petean Pocoví mató con su camioneta a dos policías. El acusado había apuñalado a su pareja embarazada en Maipú e intentó una fuga con varias patrullas tras él. En Blanco Encalada, aparentemente de forma intencional, atropelló a Jorge Carlos Cussi (32) y Daniel Ríos (40), dos efectivos que se habían apostado en el camino para detenerlo. Fue imputado por tentativa de femicidio, homicidio criminis causa y homicidio agravado por ser las víctimas policías.
El asesinato del médico Sebastián Prado durante un asalto en 2013 y el crimen de Norma Carleti el año pasado, ultimada de más 50 puñaladas y que tiene a cuatro acusados, son algunos de los casos resonantes que también definirá un jurado popular.
