Un total de 57.600 detenidos votarán en 213 unidades penitenciarias de todo el país en el marco de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) que se realizarán mañana.
Dentro de ese universo, 8.120 presos se encuentran detenidos en unidades que pertenecen al Servicio Penitenciario Federal (SPF), según informaron fuentes oficiales.
Entre ellos, se encuentran el ex vicepresidente Amado Boudou; los ex funcionarios kirchneristas Julio de Vido, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi; y los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López, todos detenidos en distintos penales del SPF.
Todos los internos que constan en el padrón, cualquier sea su situación legal -procesado o condenado- están habilitados para votar y la modalidad adoptada está a cargo de las autoridades de la Cámara Nacional Electoral (CNE).
Los presos votan con la boleta que corresponde al distrito de su último domicilio, más allá del lugar de detención. Si un detenido tiene domicilio en la ciudad de Buenos Aires, pero está preso en Córdoba, además de la boleta de presidente y vice tendrá los candidatos para diputados y senadores nacionales porteños.
Designados por la Cámara, las autoridades de mesa son civiles, que entregan la boleta oficial de sufragio a la persona privada de libertad, que debe presentar su documento nacional de identidad, siempre que se trate del último ejemplar emitido.
El espacio para la votación se dispone en las áreas de educación que dispone cada complejo penitenciario. Hasta allí, son llevados los internos en grupos reducidos y luego regresan a sus pabellones.
Cada interno debe completar una boleta única -sólo para las categorías nacionales (presidente, diputados y senadores)-, donde marcan su voto y lo colocan en un sobre.
En las generales de 2017, votaron 9315 reclusos, según datos de la Cámara Electoral. Casi la mitad de los votantes estuvieron concentrados en la provincia de Buenos Aires. El segundo distrito que más votos aportó en la última elección fue la provincia de Córdoba, con apenas un 5% del total del país.