Todo el nerviosismo que había en la previa, se diluyó antes del minuto con el gol de Sandro Antiveros. El grito se escuchó fuerte por la calle Colón.
Las tapadas de Fede Pérez fueron haciendo recordar miles de anécdotas del arquero de Talleres en partidos importantes con la borravino de Fefusa. También hubo aplausos para Grasso cuando se le plantó a un jugador brasileño. "Cómo le gusta el roce", dijo uno. El correr de los minutos fueron comenzando a traer de nuevo la preocupación y se iban consumiendo cigarrillos. "Nos han sacado la pelota", era el comentario generalizado. Y los insultos se multiplicaron cuando Brasil llegó al tenido empate.
Los gritos fueron trocándose por gestos de preocupación. Casi el mismo clima que la televisión mostraba que había en Misiones. La amonestación para Ronnie, arquero de Brasil, se festejó casi como un gol, porque el visitante llegaba a las cinco falta y daba la posibilidad de poder tener faltas de castigo con mucho tiempo por delante.
El 'uyyy' se alargó con la posibilidad de Antiveros para poner el 2 a 1 y la creatividad se hizo presente con el ingreso del arquero suplente de Brasil, un poco excedido de peso.
"Podría estar yo ahí" decía Mario Grancara ante la sonrisa de todo. Cualquier comentario servía para cambiar el ánimo. "Vamos a sufrir", "nos complican con la camiseta", era algunos de los comentarios en el entretiempo.
Al igual que Avveduto, desde acá se pedía casi con súplica, que los pases fueran precisos. Los corazones se detuvieron por un segundo con la vaselina de Diego César que el mendocino Agustín López alcanzó a desviar, lo que hizo ratificar la confianza en el arquero. "Que bien que abren los espacios", lanzaba uno, mientras que el ingreso de Gonzalo Pires renovó las esperanzas. "Vamoooos, Gonza", fue el grito al unísono. Todos se acordaron de la madre del árbitro por un par de fallos no cobrados. "Era para atrás", se escuchó cuando Grasso decidió probar al arco y no habilitar a Koltes. Lo que hizo acordar a más de uno a aquella jugada desafortunada de Palacios en el Mundial 2014.
"No hay como romper. Se ha quedado sin ideas", decía Walter. Otro festejo llegó cuando Diego César recibió la azul tras el choque con Grasso.
Todos los insultos que se puedan imaginar se unieron en el momento que Brasil puso el 2 a 1. Y casi se infartan cuando Tapia tuvo la última a un minuto del final.
Y cuando todo parecía perdido. Explotó el grito con el gol del "Chelo".