El Paseo del Bajo, una de las principales obras de infraestructura realizadas en la ciudad de Buenos Aires en las últimas décadas, es un corredor vial de 7,1 kilómetros que permite a camiones y micros conectar las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata en 12 minutos, una cuarta parte del tiempo que empleaban hasta ahora para cruzar esa zona del microcentro porteño.
Se extiende desde la avenida Brasil y la bajada de la Autopista 25 de Mayo hasta el peaje Retiro de la Autopista Illia, con un ramal de ingreso a la Terminal de Ómnibus de Retiro y otro que conecta con el Puerto.
Tiene 12 carriles: 4 de vía rápida y exclusivos para camiones y micros de larga distancia, 2 sentido al norte y 2 sentido al sur, de 3,5 metros de ancho cada uno. Además, 8 carriles para vehículos livianos: 4 de ellos sobre Alicia Moreau de Justo-Antártida Argentina con sentido norte y otros 4 sobre Huergo-Madero con sentido al sur.
Los vehículos pesados y ómnibus de larga distancia (como los que llegan desde Mendoza) podrán hacer este camino en 10 minutos, mientras que los livianos se ahorrarán más de la mitad del tiempo, tardando casi 20 minutos, en comparación con los 47 que les llevaba realizar el mismo trayecto.
"La implementación se hizo en tiempo récord: en dos horas estuvieron habilitadas ambas manos, cuando el tiempo que se había estimado era de 4 horas", aseguraron durante la inauguración desde el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, que precisó que 400 agentes de tránsito estuvieron abocados al operativo.
En la trinchera sólo pueden circular camiones pesados de más de 12 toneladas y ómnibus de larga distancia en sus cuatro carrilles, por lo que ayuda a descomprimir el tránsito del Bajo porteño.
Se estima que la megaobra beneficia diariamente a un total de 135 mil usuarios de vehículos, divididos en unos 15 mil de camiones, 28 mil pasajeros de micros de larga distancia y más de 91 mil personas que se movilizan en autos particulares.
El día de la inauguración, que estuvo a cargo del presidente Mauricio Macri, mucha gente se acercó a tomar fotos desde la escalinata y observar cómo pasaban camiones y micros por el nuevo corredor.
En las calles Madero-Huergo y Alicia Moreau de Justo se notó un tránsito más fluido, y algunos camiones que todavía pasaban por allí.
El Paseo del Bajo funciona conTelePase mediante pórticos con lectores de patentes que están ubicados a la altura de la avenida Independencia, que habilita el cobro del peaje automático y registra los vehículos.
Desde el gobierno de la Ciudad aseguraron que todavía no están multando las infracciones que se cometen ya que se está haciendo la implementación de la nueva autopista, pero que empezarán en las próximas semanas.
La megaobra, cuya construcción comenzó en enero de 2017, demandó una inversión de 650 millones de dólares. Según datos oficiales, más de 3.500 personas participaron en la construcción del corredor vial.
En el último mes trabajaron 1.037 armadores, carpinteros y albañiles; 357 operadores de equipo y choferes; 239 mecánicos, señaleros y electricistas; 128 ingenieros y arquitectos; 83 técnicos, supervisores y capataces y 153 agentes administrativos.
Las claves de las luces para el día y la noche
En la iluminación de día, los artefactos ubicados especialmente en el ingreso de las tapas de la trinchera se regulan para igualar la intensidad de la luz exterior, permitiendo visibilizar el trayecto de manera correcta y sin interferencias.
De noche, se encienden los artefactos dispuestos en los laterales de la trinchera, a 5,1 metros de altura, que evitan el encandilamiento.