Tal como pasó con el Domingo de Ramos, el Domingo de Pascua se vivirá de otra manera en los hogares católicos de Mendoza. Los fieles, al no poder ir a las iglesias por el aislamiento social obligatorio, seguirán la misa por los medios electrónicos, muchos por primera vez.
El domingo pasado, el Papa ofició la Misa de Ramos -que marca la entrada en la Semana Santa- en una basílica de San Pedro desierta debido a las prevenciones por la pandemia de coronavirus. Ya el 15 de marzo, el Vaticano había anunciado que todas las celebraciones litúrgicas de Pascua se llevarían a cabo "sin la presencia física de los fieles" en la plaza de San Pedro.
Desde Mendoza, el arzobispo Marcelo Colombo ofreció su visión respecto al momento que está viviendo la sociedad mendocina en particular. "Estamos viviendo un tiempo inédito, inesperado, y hacemos la experiencia de pertenecer a la comunidad humana que atraviesa con dolor esta incertidumbre acerca de la vida y la salud de sus miembros", dijo.
Continuando, agregó: "Cristo nos invita a reconocernos estrechamente unidos a Él y entre nosotros, para ser testigos de una esperanza que no defrauda y compartirla con alegría, con espíritu de servicio, con la decidida vocación de dar de nosotros lo mejor de nosotros mismos, cuidándonos y cuidando a los demás. Cristo resucita para salvarnos. Y esto nos llena de consuelo y fortaleza".
Por tele o internet
Emilio Soares da Costa vivirá el Domingo de Pascua junto a su esposa, Carolina. Y aunque le hubiera gustado celebrarlo en familia, dice que se adaptará para poder estar lo más cerca posible de Jesús.
"Lo vamos a vivir raro. Es la verdad. Porque con Caro vamos a pasar por primera vez Pascua solos en el departamento", explicó Emilio, quien se casó recientemente. "Pero, bueno, hemos estado durante todo el tiempo de Cuaresma tratando de ir a misa hasta que se pudo. También seguimos la misa por televisión o por Facebook en vivo", relató.
Por otra parte, contó que ha hecho retiros online y compartido reflexiones que les han acercado desde la iglesia a la que asiste. "Vamos a tratar de tener una Semana Santa orante, para estar cerca de Jesús. Yo siempre digo que no es una Semana Santa sino una Santa Semana, y por eso tratamos de vivirla con intensidad. Será raro, no vamos a poder recibir a Jesús en el sacramento ni reunirnos físicamente con la familia, pero haremos una video llamada. Estamos encerrados pero con Jesús en el corazón", comentó.
Para terminar con su aporte, recomendó para quienes no tienen televisión por cable que busquen la misa en la televisión abierta. "Si tenés internet lo podés ver por redes socailes, pero por los canales de acá se debería transmitir en vivo", opinó.
Alberto Molina, consideró que este es un momento único en la historia. "Creo que desde el retorno a la democracia que no se ha dado una situación así, la de vivir la Semana Santa sin actos públicos. Sobre todo teniendo en cuenta que es el momento más masivo de participación en los templos. Mucho más que en Navidad", dijo.
Por otro lado, contó que con su novia están realizando la oración a través de las plataformas electrónicas y la televisión. Por otra parte han acompañado esto con acciones solidarias. Es decir, no sólo haciendo ayuno sino con el renunciamiento concreto en clave monetaria. "Si vamos al super, compramos de más para poder donarlo", dijo.
Alberto indicó que el silencio generalizado ayuda a la reflexión con que vive este momento. "Yo lo vivo con intensidad y creo que antes el silencio se transformaba en algo extraordinario. Ahora habrá silencio pero será mas profundo. Hay cierto temor por la enfermedad y creo que todos van a rezar con otra impronta", reflexionó.
Por último, Alberto explicó que durante esta cuarentena se ha redefinido la religiosidad o la espiritualidad, por eso cree que en estas circunstancias los fieles han tomado más protagonismo ya que al no poder salir se han acelerado los procesos de inculcación de la fe. "Se han reconfigurado los roles", detalló.
Un laurel en el jardín
Para graficar esto último vale citar el testimonio de Silvia Matiuzzo, quien dijo que el pasado Domingo de Ramos, al no poder contar con su tradicional ramita de olivo -por no poder salir de su casa a buscarla a algún árbol cercano-, hizo su ritual con un laurel de su jardín.
“La Pascua la voy a pasar en casa, sola, porque no puedo salir y menos ir a comer. Me parece que es un día religioso y no de festín. Así que en el almuerzo agradeceremos que uno está bien en su casa y acompañada de Jesús, a quien uno siempre le reza”, dijo.
Por otra parte, agregó que nunca le dio ni le va a dar importancia del huevo de Pascua. "El domingo escuché por internet la Misa de Ramos y el Domingo de Pascua haré lo mismo, misa por internet. A pesar de que voy a estar sola en casa, sigo mi cuarentena, para cuidarme y cuidar a los demás", destacó.
Desde adentro
Agustina Cruciani es catequista y comunicadora de la Pastoral Universitaria y contó que ha sido dificil hacerles un seguimiento a los chicos de su grupo. "En especial porque se trata de chicos entre 16 y 18 años que están en la secundaria y les han dado muchas tareas. Tuvimos que pensar distintas opciones para que puedan vivir la Semana Santa", remarcó.
También indicó que armaron una campaña para ayudar a los barrios donde hacen apostolado. Según comentó han intentado no solamente brindar lecturas y reflexiones de Semana Santa, sino también ponerle un poco de humor y alegría en este tiempo que ha movilizado a más de uno. "También, al ser universitarios los chicos que estudian de las áreas de la salud y psicología nos dieron consejos para la cuarentena".
Por otro lado, desde una postura más personal, dijo que no cambia por nada la misa en persona. Sin embargo, reconoció que "gracias a las emisiones en vivo de Instagram me he sentido más cerca. Hay cosas que siguen llegando y movilizando el corazón, como una reflexión de un sacerdote, un testimonio o simplemente un músico religioso que comparte su talento".
Los actos oficiales
La arquidiócesis acompañará las celebraciones de estos días tan importantes, a través de la Misa de Pascua -la transmite el domingo Canal 7 desde las 9- y por los medios audiovisuales arquidiocesanos todas las celebraciones del Triduo Pascual (Jueves Santo, Viernes Santo, y domingo de Pascua). Pero también las parroquias y comunidades trasmitirán sus propias celebraciones que presiden sus párrocos y sacerdotes responsables, a través de los canales de Facebook y YouTube que estas parroquias tienen.
Comenzó la pascua judía
Ayer por la noche comenzó la celebración del Pesaj -también denominada Pascua Judía- para la comunidad judía. Es la festividad de ocho días (en Israel dura siete) en la que se conmemora el éxodo de Egipto. Durante las dos primeras noches de Pesaj, las familias se reúnen para llevar a cabo el ancestral ritual del Seder. Pesaj culmina 15 de abril al anochecer. Esta vez, todo será virtual.